Columnistas
El Gobierno que chuza a los que ahora con el poder llaman “Sirvienta”
Por: Pipe Ferro
*Presidente de la Asamblea del Tolima
Hace un poco más de un año, la hoy senadora Clara López, a través de sus redes sociales invitaba a la celebración del Día de las Trabajadoras Domésticas. La invitación que apareció en un video, porque las redes tienen memoria, decía: “Quiero invitarlos a celebrar una fecha muy especial, El Día Internacional de los Trabajadores y Trabajadoras Domésticas”.
Meses después, ya instalada en el cómodo Capitolio Nacional, las trabajadoras domésticas se convirtieron para la señora López en “sirvientas”; término empleado durante décadas por esclavistas que llegaron a estas tierras de las Américas trayendo mujeres de la raza negra que utilizaron para los pesados trabajos domésticos, incluso, muchos años después de que se aboliera la práctica degradante de la esclavitud.
La señora López, descendiente del expresidente colombiano Alfonso López Pumarejo, hace parte de ese grupo de personas adineradas, clasistas, que aún piensan que las miles de personas que ejercen este oficio son objetos o son menos educadas y por lo tanto se les puede tratar y discriminar de cualquier manera. Muchas de esas personas trabajan durante largas horas sin obtener ni siquiera el salario mínimo establecido en Colombia.
La palabra “sirvienta” utilizada por la señora Clara López se convirtió en la cereza del pastel del escándalo que sacudió al Gobierno de Petro. La señora que le cuidaba los niños a la hasta hace pocas horas la jefe del Gabinete, Laura Sarabia, terminó conducida a un edificio contiguo de la Casa de Nariño y allí le practicaron la prueba del polígrafo para determinar su supuesta participación en el robo millonario de dineros en efectivo que permanecían en la casa de la poderosa funcionaria del Gobierno Nacional.
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No sólo la condujeron al polígrafo, también le hicieron seguimientos y le “chuzaron” el teléfono con el argumento que se trataba de una temida integrante de la estructura criminal y terrorista del Clan del Golfo, siendo todo un montaje donde el final de la historia para la señora Marelbyz es bastante complejo pues teme por seguridad personal y su buen nombre fue mancillado, y lo peor en la base de datos del sistema judicial quedará como miembro de un grupo narcoterrorista por haberle servido de niñera una riquilla blanca del gobierno del “cambio”.
Este episodio ha dejado claro, nuevamente, que el mandato Petro es un Gobierno sin rumbo, improvisado y sin el peor asomo de vergüenza por los derechos ciudadanos. Un Gobierno totalmente alejado de las clases sociales menos favorecidas y en cambio lleno de escándalos y corrupción al más alto nivel y descaro, donde se volvió normal decir “yo ni lo crié, yo ni lo escribí” donde no se respeta la división de poderes y se atrevió a decir que él (Petro) es el jefe del Fiscal General de Nación. Más se demora criticar algo (Petro) que alguien de su gobierno sea puesto en evidencia de prácticas clasistas, corruptas y delincuenciales. ¿De este último escándalo me genera una gran preocupación y es que si por plata están chuzando y llevando a cuartos oscuros a los colombianos que van a hacer con los contradictores políticos que sean una amenaza para quitarles el poder?
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