Columnistas
Crisis y oportunidades del Psicólogo en Colombia
Por: Oscar Javier Arciniegas Garzón y Felipe Loaiza Montealegre
La Psicología es una profesión que se abrió espacios en diferentes escenarios laborales en el país,tanto en empresas del estado como en el sector privado, instituciones educativas, centros de atención social, entre otras. Es una profesión humana enriquecedora, trascendental y muy necesaria en nuestro departamento para reconstruirnos como sociedad en los próximos años. Precisamente el día de hoy,20 de Noviembre, se celebra el día del Psicólogo en Colombia en el que se desarrolla varios eventos conmemorativos, sin embargo, desde esta columna analizaremosla profesión desde un enfoque crítico para contribuir el fortalecimiento de la misma en la región.
Para empezar encontramos una cantidad importante de psicólogos y psicólogas contratados a través de empresas temporales,igual a como le sucede a un número considerable de profesionales en Colombia, es decir la tercerización laboral que en varias ocasiones va en detrimento del bienestar delos profesionales, en el mismo sentido hallamos bastantes casos vinculados laboralmente con las “célebres”ordenes de prestación de servicios (OPS) que no garantizan estabilidad laboral, pero sí,cumplimiento a jefes (subordinación), cumplimiento de horario, y disponibilidad total de tiempo, como si estuviera vinculado directamente a la planta de personal de la organización. Esta situacióngenera incertidumbre en todas las etapas del contrato, iniciando con la legalización del mismo, pasando por la elaboración de las cuentas de cobro, consiguiendo el dinero para pagar la seguridad social y pensando en la incertidumbrecuando se termine el contrato.
Por su parte, el Observatorio Laboral para la Educación del Ministerio de Educación Nacional 2016, mostró que una de las carreras donde menos demanda laboral existe es la psicología, situación muy preocupante teniendo en cuenta el número de programas existentes en el país, y no hablar del departamento del Tolima, donde,existen 6 programas académicos activos (5)en la capital, Ibagué y (1) uno en el municipio de El Espinal-, arrojando al mercado laboral no menos de 150 egresados nuevos cada año y la oportunidad que brinda el sistema, es restringida para aquellos que tienen “el contacto político” o empresarial como es habitual en nuestro país.
La anterior situación lleva a que exista en la región un número abismante de egresados y pocas oportunidades laborales y empiece la lógica del mercado actual, oferta - demanda, donde los sueldos se devalúan y cualquier profesional los aceptan como una forma de ganarse la vida en detrimento de la misma. En el mismo sentido, ya cuando está vinculado laboralmente, muchas veces debe ocuparse de tareas o actividades para las que no fue contratado, dada su formación profesional.
Continuando con el análisis, recientemente otras profesiones vienen incursionando en los sectores laborales que eran de dominio de los psicólogos, lo que sin duda, ha restado relevancia al mismo, un ejemplo claro de ello, tiene que ver con algunos procesos de reclutamiento, selección y supervisión de personal para las empresas; igualmente en el sector salud en el que las acciones de promoción y prevención (especialmente en lo relacionado con salud mental), han sido instrumentalizadas de tal forma que cualquier persona, incluso sin formación profesional, las desarrolla. Estas situaciones sin duda, le reducen los costos a las empresas y van en detrimento de la profesión.A su vez, algunos casos de consejería y acompañamiento terapéutico, cada vez son más las personas que, sin formación específica en psicología o afines, ofrecen esta clase de servicios.
Además, cada año son muchas las personas interesadas en formarse profesionalmente en el campo de la psicología, lo que lleva a las universidades a ampliar sus cupos disponibles y para lograr la permanencia de los mismos, las universidades tienden a ser demasiado flexibles en la exigencia académica, reduciendo las prácticas de algunas asignaturas (quedándose con lo conceptual), disminución de los umbrales de calidad en los trabajos escritos y la falta de rigor científico en las producciones estudiantiles; aquello sumado a que no se fomenta la autotelia (capacidad para hacerse gestor del propio bienestar y conocimiento, adquiriendo por su cuenta destrezas y capacidades).Estas situaciones se traducen al mundo laboral como practicas muchas veces facilistas, irresponsables y “por salir del paso”, debido quizás a las debilidades en la formación disciplinar que se ofrece en algunos programas académicos. En este sentido, es fácil observar falta de rigor científico en el ejercicio profesional de varios de los psicólogos y psicólogas del país.
Por otro lado, parece que la investigación en psicología ha quedado restringida a los grupos de investigación de las universidades, como si las opciones de desarrollo de psicología estuvieran únicamente en los escenarios universitarios y no en las áreas de trabajo de los profesionales y la cotidianidad laboral y social. No es muy frecuente encontrar psicólogos realizando investigaciones teóricas o aplicadas, independientes a las universidades. Mucho menos es hallar innovación en las prácticas profesionales en los psicólogos, esto representa un “envejecimiento” o por lo menos un estancamiento en el ejercicio de las mismas en un mundo globalizado donde la innovación se ha convertido en un elemento diferenciador y sobre todo de crecimiento de las profesiones.
Para finalizar esta columna, mencionaremos algunas estrategias que pueden mitigar el impacto de las situaciones mencionadas previamente y contribuir al fortalecimiento de la profesión a través de acciones específicas que pueden hacer los estudiantes y profesionales de la psicología:
- En el proceso de formación, si tiene clase de dos horas, profundice de manera autónoma otras dos o más horas.
- auto exíjase en el todo lo que realice y no espere que el docente o jefe lo obligue hacerlo.
- Identifique una idea, hágase muy fuerte en ella y sea disciplinado, sin tanta planificación.
- Investigue sin necesidad que alguien se lo diga. Los escenarios que brinda la profesión son propicios para hacerlo.
- Innove en los procesos que desarrolla en la cotidianidad, ya sea desde las exposiciones, trabajos o estrategias de intervención de su campo laboral.
- Profundice en otros campos del conocimiento, no solamente el propio, por ejemplo estudie pregrados o posgrado donde confluyan otros profesionales de diferentes áreas a la suya.
- Recuerde que todo lo que hace y/o exprese debe tener una fundamentación teórica o evidencia empírica.
- Sea crítico de la psicología y de lo que usted hace como psicólogo (a) y proponga aspectos para mejorar.
- Respete a los colegas y no denigre de ellos a pesar de que cometan errores. Es importante diferenciar entre criticar y denigrar.
- Sea emprendedor, no espere solamente la llegada o estabilidad de un trabajo.
El panorama descrito anteriormente es simplemente una descripción de algunos aspectos críticos y oportunidades que tiene la psicología, por lo que se pueden quedar por fuera otros de importancia que no alcanzamos a esbozar en esta columna, que esperamos complementar con las opiniones de ustedes para mejorar una profesión que la llevamos en el alma y es nuestro estilo de vida.
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