Por: Humberto Leyton

Infortunadamente varios tolimenses nombrados en importantes cargos y posiciones nacionales, no rodado con surte. El último en caer es el hasta ayer director de la Aeronáutica Civil Alfredo Bocanegra Varón, quien se había asumido ese cargo el 30 de junio de 2016.

El relevo de nuestro coterráneo estaba anunciado desde hace varios días, cuando afloraron nuevos problemas en el desempeño de su cargo con la reciente visita del Papa Francisco a Colombia cuando se registró el  publicitado enfrentamiento con el general Juan Carlos Ramírez, provocado por la solicitud de cambios en los protocolos de seguridad de los vuelos en Colombia durante la permanencia del jerarca de la iglesia católica en nuestro país. Ese fue el Florero de Llorentes, porque ya existía una acumulación de casos que conspiraban contra Bocanegra.

Entre ellos recordamos el escándalo que se le armó por la supuesta utilización de una nave oficial para asistir a un partido de la selección Colombia en Barranquilla, que luego el propio afectado aclaró que se traba de un avión privado pero que no había cancelado pasajes, por lo que también fue duramente criticado por algunos sectores de la prensa nacional.

Luego se vienen las sindicaciones de que Alfredo Bocanegra, estaba politizando la entidad con nombramientos administrativos cuando se necesitaban cargos técnicos y sobre todo la cuestionada asesoría del  exmagistrado Camilo Tarquino, a quien la Fiscalía lo tiene en la mira por presuntamente pedir sobornos para desviar el rumbo de procesos de aforados. (Ver: Presidente Santos acepto renuncia del Director de la Aereocivil)

Unida a estas situaciones, también se le atribuye al exfuncionario del gobierno nacional, cierto comportamiento personal arrogante, prepotente, incluso soberbio que le crearon una atmosfera insostenible con su entorno laboral.  Este contexto, degeneró que el propio ministro de Transporte Germán Cardona Gutiérrez, en declaraciones en la mañana de este miércoles 12 de septiembre,  en la W, lo tildara de "imprudente", mientras el director del informativo Julio Sánchez Cristo, lo calificó de "politiquero".

Bocanegra Varón, ocupó ese cargo como todo el mundo lo sabe, gracias a los buenos oficios del hoy candidato presidencial Germán Vargas Lleras. Desconocemos el destino político del otrora dirigente conservador tolimense, si continuará con Cambio Radical o si pasará al apéndice de este, el nuevo movimiento que está formando Vargas Lleras, para lavar la mala imagen que tiene CR y para hacerle trampa a la ley electoral con la recolección de firmas.  

Queremos pensar que este episodio de la Aereocivil por el que pasó Bocanegra (15 meses), y que terminó con su renuncia solicitada, forma parte de aquel anecdotario que puede tener cualquier persona en un momento dado de la vida y que conocemos como la mala hora.

A Bocanegra, no le registran procesos disciplinarios, fiscales ni mucho menos penales. Y al contrario de de lo que se dice en Bogotá sobre su carácter iracundo, lo conocemos desde hace muchos años como una persona afable, tolerante y de diálogo.

Distinto eso sí,  a otros tolimenses como los exmagistrados Leonidas Bustos, Camilo Tarquino y Henry Villarraga Oliveros, quienes tienen sobre sus espaldas graves sindicaciones no por meter la pata sino las manos.