El cúmulo de quejas, reclamos e inconformidad con la administración del alcalde de Ibagué Andrés Fabián Hurtado, crece con efervescencia. 

Un mandatario que llegó escasamente con el 21.83 por ciento del potencial electoral del municipio (46.640 votos de los 417.413 aptos para ejercer este derecho), nos indica el frágil apoyo popular conque nació su administración. Pero además de eso, se agrega el desencanto en ciertos sectores que creyeron en la propuesta de gobierno que hizo el mandatario local en campaña: el cable aéreo Musicable, los 35 mil empleos, la calle 103 y la carrera 13, entre otras promesas, que fueron el anzuelo electoral para cazar votos y llegar al cargo que ocupa.

El cable aéreo fue descartado ya por el alcalde, de los 35 mil empleos que prometió hasta el momento no ha creado uno; mientras que la calle 103 y la carrera 13, se encuentran remojo.

Es decir, el mandatario faltó a la verdad en sus propuestas y engañó a sus electores como a la ciudad. 

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Pero también las obras que le dejó la anterior administración para concluir, algunas de ellas financiadas, como el acueducto alterno, los escenarios deportivos y el panóptico de Ibagué,   se encuentran prácticamente abandonadas o paralizadas.

Estas dos situaciones, nos indican que el Alcalde está fuera de foco y que su administración marcha a la deriva.

No tiene horizonte

Pero a ello, le podemos agregar las reiteradas denuncias que se hacen a través de   las redes sociales por del abandono de los parques biosaludables, del pésimo estado de la vías terciarias del sector rural de la capital del Tolima, las plazas de mercado, lo caótico de la movilidad, el atraso y parálisis de las obras de los 26 megacolegios para jornada única, en fin una lista propia de una ciudad abandonada y sin dolientes.

El no haber podido consolidar un equipo de gobierno por los constantes cambios de secretarios y funcionarios de la administración, es otro ítem que le impiden emprender un labor seria y estable de gobierno a Hurtado.    

Y ahora tenemos que la primera autoridad del municipio en lugar de sobresalir o sonar por cumplir con los proyectos que prometió, salta a los medios por los llamados de atención o regaños públicos a sus funcionarios,  llamados de atención que no dejan de tener su tono cantinflesco por la manera que los hace a través de las redes sociales. ¿Qué pretenderá el Alcalde con este comportamiento?.

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Entendemos la frustración y el desespero que pueda tener el alcalde Hurtado a 10 meses de haber iniciado su administración y no poder mostrar nada interesante, hasta el momento, de su mandato.

Los tumbos y desaciertos permanentes del Alcalde, son muestra de las improvisaciones y la falta de planificación de su gobierno, pero también de capacidad para entender que su administración debe tener una dirección y un cronograma de tareas y proyectos que debe realizar a mediano y largo plazo y cumplir de acuerdo a su plan de desarrollo.

Por el momento, consideramos que el mandatario se debe concentrar en la terminación de las obras inconclusas como el acueducto complementario, los escenarios deportivos, los megacolegios y el panóptico. Con eso, generará muchos empleos, dinamizará la economía y su gobierno seguramente comenzará a vibrar; además de ayudar a sacar al Tolima del primer lugar de los elefantes blancos, donde nos tiene la Contraloría General República.   

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Prácticamente Hurtado ya perdió su primer año, y debe pensar en hacer replanteamientos que le permitan recuperar, así sea en parte, el tiempo perdido y concentrar su gobierno en obras realizables y ciertas.   

Manejar su twitter y sus declaraciones con responsabilidad, mensajes claros y lógicos no como instrumento disciplinario o de reprimenda. 

Alcalde Hurtado, haga que Ibagué verdaderamente vibre, no que sufra.