Desde la muerte súbita del exsenador Luis Humberto Gómez Galló, el movimiento conservador que orientó, comenzó a vivir una crisis que no ha cesado hasta el momento; por el contrario, se ha profundizado y ahora con la confesión y segura condena de Gonzalo García, que arrastra al Representante José Elver Hernández, pareciera el colofón de esta historia. 

Las versiones que se conocen en medios de comunicación, círculos políticos y judiciales, es que la Corte Suprema, juez natural de "Choco", cuenta con suficiente material probatorio para procesarlo y condenarlo, pues son las mismas y un poco más abultadas, que las que sirvieron para condenar a los exalcaldes saliente y entrante del Valle de San Juan, Héctor Orlando  Padilla Barragán y Daniel Ricardo García Castillo, este último hijo del excongresista Gonzalo García, a quien la Fiscalía le formulo imputación de cargos por los delitos de corrupción electoral, los mismos que sirvieron para condenar a los dos primeros. 

Estas circunstancias, que confluyen en los mismos delitos, protagonizados por las mismas personas, no deja mucho margen de escape cuando ya tres de las cuatro personas que participaron en estos hechos, han aceptado los cargos.
 Esto le torna difícil la situación al congresista Hernández, para salirse de un proceso donde, según se ha conocido, existen grabaciones, fotografías, testigos y videos, entre otras pruebas, sobre los presuntos hechos de compra de votos, donde según informes de prensa, aparecen como protagonistas principales Gonzalo García y José Elver Hernández, en el reparto de dinero, mercados y dadivas en busca de votos para favorecer la elección de García Castillo. 

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Sin embargo, no se trata en un comentario de opinión para usurpar las funciones de los jueces ni mucho menos adelantarnos a sus decisiones. Simplemente, en forma pragmática y ateniéndonos a los hechos reales, intentamos avizorar el futuro que le espera a un sector importante del partido conservador en el Tolima que obtuvo en cabeza de "Choco", más de 37 mil votos para la Cámara de Representante en las elecciones de 2018.

Así las cosas, tenemos que Gonzalo García, considerado el hombre de confianza, que no solo le movía y llevaba la agenda administrativa y política al congresista conservador, cae nuevamente por hechos delictivos, recordemos que el primero fue la condena por parapolítica, donde de paso también se llevó al exsenador Luis Humberto Gómez Gallo,  esto quiere decir que el andamiaje de ese movimiento ha afrontado serias fisuras. 

Ahora bien, si la figura representativa y con credencial de congresista, hasta el momento salpicado, en este escándalo de corrupción al electorado, resultare comprometido y condenado por la Corte Suprema de Justicia, tendríamos que los dos dirigentes máximos de este sector conservador legalmente saldrían del escenario político. 

José Elver Hernández, correría la misma suerte de la excongresista Aída Merlano, a quien se le condenó y despojó de su investidura por el mismo delito de corrupción electoral, y a quien se la aplicó la figura de la silla vacía, que en plata blanca es la pérdida del escaño ganado por el partido conservador en la Cámara de Representantes, y no podría ingresar Hernando Cárdenas, quien sigue en votación después de "Choco", como lo están diciendo algunos que aspiran a conservar esa posición. 

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Tenemos entonces que, al salir de la escena política estos dos inductores del Gomezgallismo, este movimiento no cuenta con otros dirigentes de reconocimiento y sobre todo que estén en capacidad de recoger las banderas de ese sector. Por lo tanto, surge como ganador, aparente, el barretismo que afianzaría su poderío, aclarando que desde hace rato ha venido absorbiendo el 'Gomezgallismo'.

El mismo 'Choco'  es un ejemplo de ello. Pues ante el vacío que dejó la partida de LHGG, 'Choco' se convirtió en un aliado obsecuente del jefe mayoritario, Óscar Barreto. 

Aun falta que la Corte Suprema de Justicia, tome sus decisiones y se pronuncie oficialmente en este caso de "Choco", y como en nuestra 'justicia' como en la política, todo puede pasar, todo puede suceder, es mejor esperar el fin de esta película. Y no sobra manifestar que pese a lo que conocemos sobre este caso, respetamos la presunción de inocencia  de José Elver Hernández, como la decisión final que tome la Corte. 

Pero lo cierto, es que del otrora fuerte    'Gomezgallismo', queda poco, por decir que nada.