Las irregularidades en la elección del próximo rector de la Universidad del Tolima no paran. Al desconocimiento del fallo del Tribunal Administrativo del Tolima que tumbó la figura de “rector interino” y al vencimiento del periodo de 4 miembros del Consejo Superior, uno de ellos por más de un año, se suma el sospechoso cambio de una palabra en el Estatuto General.

Carlos Eduardo Montealegre, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad del Tolima, le envió una carta al Consejo Superior, del cual él mismo hace parte, planteando una serie de “omisiones, vacíos y contradicciones” en el accionar de las directivas de la UT.

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Los cuestionamientos del decano Montealegre tienen que ver con la aprobación de los acuerdos 015 y 016 del 26 de abril del 2018, mediante los cuales se modificó de manera irregular el Estatuto General y se reglamentó la designación del rector. Según el decano, estas modificaciones se habrían llevado a cabo sin ser aprobados por el Consejo Superior.

En la carta se deja entrever que estas sospechosas modificaciones se habrían realizado con un único objetivo: favorecer la casi segura elección de Omar Mejía como rector de la Universidad del Tolima por los próximos cuatro años.

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El primer cuestionamiento a las modificaciones tiene que ver con un parágrafo transitorio cuya redacción se presta para interpretaciones sobre la posibilidad de una reelección inmediata del rector: “Parágrafo transitorio: La restricción contenida en el parágrafo tercero surtirá efectos exclusivamente a partir de los procesos de elección y reelección que se lleven a cabo a partir de la expedición del presente acuerdo”, dice el párrafo.

Según la carta de Montealegre, “la redacción se presta para múltiples interpretaciones y deja un vacío alrededor de la viabilidad de la reelección inmediata”, un asunto que no hace sino generar más dudas sobre la situación actual de la universidad.

La irregularidad más grave, y que tendría que ser aclarada a la opinión pública, tiene que ver con la modificación, a espaldas de Consejo Superior, de dicho parágrafo transitorio. Tan irregular es ese cambio, que Marybel Córdoba Guerra, delegada de la Presidencia ante el Consejo Superior, y Olga Lucía Guzmán, delegada de la Ministra de Educación, solicitaron confirmación oficial de la alteración y su inmediata corrección.

Finalmente, el decano solicitó claridad sobre el artículo que definía el número de votos necesarios para la elección del rector, pues no está claro si es por consenso o es necesaria una votación de las dos terceras partes del Consejo Superior.

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Así las cosas, Omar Mejía se pasará una gran parte de su periodo como rector defendiendo la forma ilegítima en que fue elegido.