En la Universidad del Tolima nadie duda sobre quién será el rector por los próximos 4 años. Todos los astros fueron alineados para que su nombre sea de conocimiento público y la elección a realizarse en junio próximo no sea más que cumplir dentro de la opereta. 

El actual rector encargado de la Universidad del Tolima, el abogado Omar Mejía Patiño, redujo el déficit de la institución en un 64%, pasando de 24 mil millones a 8 mil millones en febrero pasado, según los informes del alma mater. Aunque esto se logró con la “masacre laboral”, ordenada desde la Gobernación de Barreto, era lo que había que hacerse y lo hizo. No obstante, quedan aún muchos temas académicos pendientes, como la acreditación institucional, entre otros. 

Mejía logró poner al sindicado de profesores más fuerte de la Universidad (Aspu) y al Consejo Superior a trabajar por sanear la crisis provocada por las nefastas administraciones anteriores. Con este panorama, y con el movimiento estudiantil sedado desde hace años, poca ha sido la oposición que ha encontrado. Sin embargo, su administración no está libre de cuestionamientos.

Aún está fresco el recuerdo del revés jurídico que la actual administración sufrió en noviembre del año pasado: el Tribunal Administrativo del Tolima tumbó la figura de "rector interino" que utilizó el Consejo Superior para posesionar a Mejía Patiño por un año más luego de que venciera su periodo como encargado. Mejía, con un Consejo Superior estricto, habría salido de su cargo. Sin embargo, se midieron los tiempos y este conservó su cargo. (Ver: Decisión) 

Una fuente de la universidad, que solicitó la reserva de su nombre, le contó a ELCronista.co las inquietudes que un sector de la Universidad del Tolima tiene por la “pantomima” en la próxima elección del rector y sobre los miedos ante el nuevo periodo que se avecina.

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El primero de ellos es el velo de democracia que se le quiere dar a la elección del nuevo rector. Varios miembros del Consejo Superior, que elige al rector, tienen sus cargos vencidos o en una especie de “interinidad” similar a la que utilizó en el pasado el Consejo Superior con Mejía. “¿Por qué primero no se elige en propiedad a quienes van a elegir al rector?”, se preguntó la fuente.

Con Mejía aún como “rector interino” ilegítimo, según la decisión del Tribunal, el Consejo Superior amplío el tiempo del próximo rector en propiedad a 4 años. También se modificaron ciertos requisitos para aspirar al cargo, ambas decisiones con nombre propio. “El rector “encargado” no tuvo voto en esa decisión, pero sí fue un testigo de lujo de esta”, dijo la fuente.

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“También preocupa que ante la inminente elección de Mejía se reverse el proyecto de austeridad, pues la UT siempre será un fortín político y el barretismo debería muchos favores de su victoriosa campaña al Congreso que vendría a pagar con burocracia en la institución”, nos dijo la fuente.

El Decano de Educación, Andrés Felipe Velásquez, serían el único que estaría cerca que pelearle la elección a Mejía, esto luego de que ni Jonh Jairo Méndez ni El vicerrector académico, Oscar Iván Cortés, siguieran en su intención de llegar a la rectoría. Velásquez tendría el apoyo de cierto sector del estudiantado, sin embargo, el Consejo Superior no tiene en cuenta a los estudiantes a la hora de elegir rector. Así las cosas, Mejía tiene el camino libre para que veamos una foto en donde Barreto lo posesione como rector nuevamente.

Con este panorama, prácticamente sin rivales de peso, la elección de Omar Mejía como rector de la Universidad del Tolima por los próximos 4 años estaría completamente despejada. Esto teniendo en cuenta que Mejía tendría a su favor los votos de la mayoría del Consejo Superior, incluyendo la delegada del gobernador Barreto, de quien Mejía fue asesor de empalme.

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“Solamente hay que esperar que pase el tiempo para que lo elijan y que comiencen los nombramientos de profesores y administrativos de siempre. La ‘nueva historia’ de la UT no es más que un eterno retorno”, finalizó la fuente.