Actualidad

Tristemente célebres

Tristemente célebres

Por Carlos Alberto Estefan Upegui  - Exgobernador del Tolima


Llevar la contraria y armar una tormenta en un vaso de agua es la costumbre más común.

No cabe duda, la Revista Semana inmediatamente se encarga gustosa de publicar una entrevista con gran despliegue y hasta carátula le asigna en la próxima edición.

Igualmente, sucede con los demás medios de comunicación afines, que sin ningún reparo reproducen la noticia con los detalles que se requiera para hacerla más ruidosa.

Sucede con exfuncionarios de este Gobierno, ahora renegados; entre ellos, a manera de ejemplo, Alejandro Gaviria quien como Ministro de Educación con el mayor presupuesto del presente Gobierno no hizo nada por el sector, a cuenta de estar opinando sobre las EPS. Y como no le fue suficiente tratar de torpedear la Reforma a la Salud sin ser esa su competencia, sigue atacando desde todos los flancos. Lo más insólito es que aún se cree presidenciable.

Y ni que hablar de los ya muy desgastados expresidentes de La República y sus lánguidas intervenciones. Si no fuera porque llevan la contraria, la prensa tampoco se ocuparía de ellos.

Ahora bien, en la farándula sucede igual. Hasta el Padre Chucho, obviamente el mismo que trabajó en Caracol donde como orientador espiritual más bien aprendió a manejar la noticia para ganar notoriedad, lo hizo pronunciando su imprudente homilía en la que hablo de una posible guerra civil, ganando popularidad a través de la Revista Semana y haciendo aún más espectacular el cuento declarándose amenazado con la posibilidad de irse del país, como tantos otros que a pesar de haberlo dicho no lo han hecho. Recordemos el caso de la cantante Marbelle quien hasta su maleta apareció preparando, dizque de miedo porque nos íbamos a convertir en «otra Venezuela».

 Junto con otros protagonistas como el Ex senador Carlos Felipe Mejía ahora sin ninguna pizca de poder, también haciéndose célebre con sus críticas  y convencido de imponer su parecer, incluso recurriendo si hubiere lugar al insulto, la difamación y la mentira como siempre fue su estilo. Mientras no se les escucha ni una sola propuesta en beneficio del país.

Iván Name, Presidente del legislativo, se había mostrado sereno, equilibrado, respetuoso, pero últimamente también lo vemos en una tónica muy semejante a la del exfiscal Barbosa, reclamando con cierta ironía la autonomía que ha perdido como cabeza de uno de los tres poderes. 

Todo para un público de desocupados que vive de la charlatanería, del rumor callejero y de las habladurías, mientras no se vislumbra sucesor de Petro, ni entre la colectividad que lo eligió ni mucho menos entre los tristemente célebres que conforman la oposición.

Artículos Relacionados

Noticias Recientes