Por Felipe Ferro - Presidente Asamblea del Tolima

En la sinfonía de la política nacional, el presidente Petro parece querer tocar una melodía disonante, una que amenaza con desafinar la armonía democrática que tanto nos ha costado construir. 

Como presidente de la Asamblea Departamental del Tolima, me veo en la obligación de alzar la voz en defensa de nuestra institucionalidad y valores democráticos, ante la temeraria propuesta de Petro de convocar una Asamblea Nacional Constituyente.

¿Qué es una Asamblea Nacional Constituyente?, se preguntarán algunos. Es nada menos que una herramienta contemplada en la Constitución de 1991 para reformarla o cambiarla en su totalidad, una suerte de cirugía mayor que busca modificar las bases mismas del Estado. Sin embargo, este procedimiento no puede ser el capricho o rabieta de un gobernante que se siente contrariado por la negativa del Congreso de aprobar en este caso sus lesivas y retardarías reformas. 

No señor, eso de proponer una nueva constitución con el único fin de satisfacer los deseos sectarios de Petro es un acto de demagogia pura, un intento descarado de perpetuarse en el poder y burlar los frenos y contrapesos institucionales que nuestra Carta Magna establece.

Ahora bien, ¿cuáles son los riesgos de permitir que un gobernante se aferre al poder de esta manera? La historia nos ha enseñado que los líderes que buscan perpetuarse en el poder tienden a erosionar las libertades individuales y a socavar la democracia misma.

Venezuela, Cuba, Nicaragua: ejemplos trágicos de cómo el afán de poder puede llevar a una nación al abismo de la dictadura y la miseria. No podemos permitir que Colombia siga ese oscuro camino.
Pero si Petro persiste en este tema, desde las regiones, desde el territorio, tendremos que asumir una postura.

 Participaremos activamente para defender los logros y avances que hemos alcanzado en más de 30 años bajo la Constitución de 1991. Una constitución que nació del consenso y la representación de todos los sectores de la sociedad colombiana en lo que fue el gran acuerdo nacional del siglo XX.

Como presidente de la Asamblea Departamental del Tolima, me comprometo a defender la institucionalidad y los valores democráticos de nuestra amada Colombia. Si llegase ha haber una Asamblea Nacional Constituyente, trabajaré incansablemente junto a cada tolimense para asegurarnos de que no nos impongan una nueva constitución sesgada y sectaria, como la que parece proponer Petro.

Nuestro objetivo debe ser profundizar la democracia, fortalecer nuestras instituciones y garantizar los derechos fundamentales de todos los colombianos. No debemos caer en la trampa de aquellos que buscan concentrar  y perpetuar el poder en manos de unos pocos, sacrificando la libertad y el bienestar del pueblo.

Presidente Petro, no le tenemos miedo a sus amenazas. En caso de realizarse una Asamblea Nacional Constituyente, aquí estamos los demócratas para derrotarlo en las urnas y salvaguardar el Estado de derecho.

 Somos muchos más los que queremos un país libre y próspero que los que desean un modelo fracasado como el de Venezuela, Nicaragua y Cuba. Señor Presidente en una Asamblea Nacional Constituyente no tengo duda que ¡lo derrotaremos! Evitando así el abuso de poder y protegiendo los derechos y libertades de los ciudadanos y garantizando el equilibrio de poderes.

 En Colombia, la voz del pueblo siempre será más fuerte que la ambición de un dictador en potencia.