Por Carlos Alberto Estefan Upegui  - ExGobernador del Tolima

Quienes estamos en contra de los corruptos, narcotraficantes y vividores a costa del presupuesto público; así mismo los que apoyamos las acciones encaminadas a brindar beneficios a las clases menos favorecidas con empleo educación, salud y pensión de jubilación para los ancianos que no la poseen; igualmente,  que se restituya la mesada 14 como las condiciones laborales arrebatadas con el acto legislativo #1 De 2005; que estamos de acuerdo con restaurar las líneas férreas e impulsar el sector agropecuario y proteger el medio ambiente; que también vemos cómo han mejorado los indicadores económicos de este gobierno con relación al anterior; etc, etc., no nos queda claro el porqué del rechazo a dichas medidas por parte de la gente que salió a marchar este 21 de abril.

Muchos de los cuales ni tenían claro porque lo hacían. La gran mayoría, personas de edades superiores a los 50 años para quienes " todo pasado fue mejor”.

Pero aún más desconcertante, la participación de jóvenes, entre ellos congresistas opositores no satisfechos con torpedear la gestión del gobierno en el Congreso de la República al cual fueron elegidos supuestamente para promover y apoyar leyes en beneficio de la comunidad.

La elección del Presidente se logró con más de 11 millones de votos sobre los que apoyaron al exalcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández; sin embargo, políticos que hicieron parte de esta causa como Alejandro Gaviria, Cecilia López, e incluso otros de visible protagonismo en redes sociales como el exministro Rudolf Hommes, en principio de acuerdo con Petro, hoy día se han declarado abiertamente antigobiernistas.

No entendemos qué los sedujo, pero lo que no podemos olvidar y lo hemos tenido muy claro desde un principio, es que en un proceso de cambio es indispensable un equipo competente y comprometido que defienda el proceso hasta el final, pero así como hay personal convencido, luchador, aguerrido, también hay quienes dudan o asumen posiciones ambiguas y acomodaticias.

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El 1 de mayo habrá otra marcha multitudinaria, seguramente más representativa que la de este 21 de abril, y así nos la vamos a pasar de marcha en marcha como demostración incuestionable de que estamos ante un gobierno democrático que permite la expresión ciudadana, sin perseguir las manifestaciones con la fuerza pública como en gobiernos anteriores.

Tampoco es claro a qué le apuesta la oposición, distinto a no dejar gobernar con la complicidad de los medios de comunicación, a buena hora contrarrestados por las redes sociales a través de las cuales el Presidente corrige y aclara sus mentiras.

Gozamos de una democracia, de eso no debe quedar duda alguna, entonces respetémosla, preservémosla y preparémonos para el día de las elecciones puesto que la última palabra está en las urnas.

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Se necesitan candidatos dignos y probos, por ahora no los hay a simple vista. Entonces, hay que buscarlos y promoverlos. Lo que sigue por ahora es dejar que Gustavo Petro ejerza su mandato tal cual son las reglas de juego y que por la vía democrática se resuelva el futuro del país.