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Oscar Eduardo, el modisto ibaguereño que prolonga el oficio familiar

Oscar Eduardo, el modisto ibaguereño que prolonga el oficio familiar

En medio de agujas, hilos, tijeras, máquinas de coser, y trazados, creció Oscar Eduardo Acosta, un joven ibaguereño cuyo padre y, lo dice con orgullo, fue un sastre, además de sus tías de quienes también aprendió este arte.

Desde el seno de su familia aprendió el amor por el diseño de prendas, la conjugación de estilos, los colores, la calidad de las mismas, así como la moda , pone a trabajar su imaginación para cada uno de sus clientes.

Ubicado en el segundo piso del tradicional centro comercial Combeima de esta ciudad, Oscar Eduardo se siente pleno y pese a decir que ahora este negocio de las costuras y los arreglos de ropa no es el mejor, debido a que la gente compra en almacenes, se logra sostener.

No obstante, noviembre y diciembre, son los mejores meses del años donde los clientes vienen a solicitar la confección de vestidos para grados, matrimonios y primeras comuniones, enero es la confección de uniformes escolares y febrero son las prendas que se utilizan en las empresas.

Aunque no teme decir que es empírico y que por razones quizás económicas no estudió diseño, su amor y su imaginación pudo más para crear y para visualizar diseños para mujeres delgadas, gorditas, altas y bajitas.

“En cada puntada, en cada medida que hace con su metro dice que este trabajo es hermoso, es algo maravilloso, porque permite desarrollarme como persona y como modisto”, señala.

Cuenta que “la moda regresa y en este momento se imponen colores azules y tierras. Igualmente siguen los boleros, los encajes y las lentejuelas para fin de año”.

Y agrega: “Yo gozo con mi trabajo, y le doy gracias a mi familia que me enseñó este arte, aunque en el trascurso del año no se evidencian más temporadas, la gente viene y manda hacer sus pintas y arreglar la ropa".

Como conocedor de la calidad de prendas no recomienda las telas de poliéster porque tienen un desgaste prematuro deterioro.

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Se siente muy orgulloso que en Colombia haya buena calidad de telas y añade que esto no se encuentra en otros países de Suramérica, por eso recomienda el chalis, los linos, expresa que lo nacional siempre se impone sobre lo internacional.

Por su experiencia conoce de la calidad de hilos ya que lastimosamente el mercado está lleno de elementos de la China que son malos y dañan las costuras.

Oscar Eduardo Acosta, recomienda que por ser temporada alta es mejor mandar hacer la prenda por lo menos con un mes de anticipación, ya que así tiene tiempo de probársela para hacerle las correcciones pertinentes.

Otro consejo que ofrece es que las personas de piel trigueña o morena debe usar prendas de  colores blancos y fuertes y las blancas la mayoría de tonos, excepto los claros y algunos pasteles. Sin embargo, señala que los colores van cambiando de acuerdo a las tendencias y en este caso de fin de año.

“Uno se vuelve amigo del cliente, porque es el consejero para mejorar la imagen, la relación se va fortaleciendo a medida que el cliente acude a la experiencia que tengo”, , dice finalmente Acosta.

Así entre puntadas, cortes, trazos, medidas, diseños, colores y olores de las telas recién salidas de los almacenes, este joven ibaguereño se inspira para hacer diseños para sus clientas sean las mas elegantes, sobrias y distinguidas de las recepciones.

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Añade además,  que su negocio en el segundo piso del centro Comercial Combeima se ve frecuentado por toda clase de mujeres que quieren verse bellas y siempre destacándose con el mejor de los trajes.

 

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