En el Líbano hay preocupación porque no cesan los problemas derivados de la pésima administración municipal. “Todo está al garete”, dicen los ciudadanos.

Los problemas van desde las graves irregularidades que se presentan en el manejo de la empresa encargada de prestar los servicios públicos, Emser, hasta el desgobierno del alcalde Jesús Antonio Giraldo que se vio agudizado en las últimas horas, cuando la Fiscalía General de la Nación le acaba de imputar cargos por hechos relacionados desde su primera alcaldía. Ya suma dos imputaciones.

Ahora el otro dolor de cabeza de lo libanenses tiene que ver con la decisión que, mediante convenio administrativo con la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, la Alcaldía le hace entrega de los ejes viales urbanos principales del municipio, calles 3ª y 4ª, para que por allí haga tránsito el proyecto vial Cambao-Manizales.

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Argumentos de peso

Son varios los argumentos que este grupo pone sobre la mesa para no estar de acuerdo con la decisión tomada por el alcalde Giraldo. Aunque la Concesionaria Alternativas Viales, responsable del proyecto ha insistido que esta vía no será utilizada por trafico pesado, lo cierto es que de todas maneras el flujo vehicular va a ser nutrido, tratándose que el punto de llegada es una ciudad capital importante y por lo tanto atrae mucho viajero, además que el trazado de la vía es atractivo lo que hace que la demanda sea considerable.

Plantean los ciudadanos que el cruce por las calles 3ª y 4ª con una pavimentación en concreto flexible, que no puntualiza las cargas a la cimentación de la vía y las traslada a las viviendas que estructuralmente no están diseñadas para ello, ocasionaría graves afectaciones.

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También que se vulneran los derechos e intereses colectivos al “goce del espacio público, al no permitir la concesión Alternativas Viales el desarrollo de actividades culturales… por las vías concesionadas, incluido el parque principal,  ya que pueden afectar la movilidad y los intereses del consorcio. De igual manera “el no respeto al patrimonio público y cultural al no considerar la zona colonial y antigua del municipio”.

El otro inconveniente que denuncian los ciudadanos tiene que ver con el incremento de la contaminación ambiental por el ruido constante que iría a producir el paso constante (24 horas) de vehículos. Lo mismo que el aumento del riesgo a los peatones, entendiendo que se trata de dos vías muy concurridas.

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Los ciudadanos que promueven el debate sobre las consecuencias negativas que traerá para el Líbano permitir este cruce hacia Manizales por el centro del municipio, insisten que sí existen otras alternativas que deben ser exploradas y que extrañamente no se han tenido en cuenta.

Otro punto que destacan es “La irresponsabilidad del Consorcio Alternativas Viales al pavimentar las vías sin reemplazar la red sanitaria ni hidráulica, lo que origina un detrimento patrimonial y se lo traslada  a la administración municipal que requería de más de 20.000 millones de pesos para solventar la problemática”.

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Para analizar esta situación, en la noche de este viernes se cumplió en el Club de Empleados, una reunión en la que participó un grupo significativo de ciudadanos. Se insiste y con argumentos en la mano, que en ningún momento la Alcaldía socializó ese punto específico de los impactos negativos que generaría el paso de dicha concesión por el centro del municipio.