Política
Los alternativos, se unen o se joden
Por: Humberto Leyton
Haciendo eco a la consigna en boga de los simpatizantes, militantes o allegados por una u otra razón, de los movimientos políticos alternativos de Ibagué y el Tolima, nos parece que se está alargando el plazo para concretar la unidad frente a las elecciones de octubre de 2019.
Si bien es cierto que en todos ellos existe la voluntad de trabajar para concretar acuerdos, pactos, convenios, hojas de ruta o como se les quiera llamar, lo real, hasta el momento, es que el tiempo corre inexorablemente y aun los alternativos no han superado la etapa del dialogo y las buenas intenciones. Están en mora de tomar resoluciones concreta que, al menos, abran el camino que sienten las bases de una futura unidad, y para establecer mecanismos para la escogencia o selección de candidatos que, en el fondo, es el meollo de la discusión.
Somos pragmáticos en muchos aspectos de la política, entre ellos, entender que el tiempo apremia y que no se pueden sostener prolongadas discusiones y reuniones sin llegar a nada, mientras los otros partidos y movimientos del Establecimiento perfeccionan sus jugadas, incluyendo las ayudas que desde el Congreso les puedan prestar; además, que no tienen muchos problemas con llagar a acuerdos en cuento a nombres de candidatos para alcaldías, gobernaciones, concejos y asambleas. Ellos discuten poco y concretan más.
En cambio, en los sectores de izquierda o alternativos, la teoría hacer parte fundamental de su propia esencia y del menú del día, se enfrascan en eternas discusiones teórico-filosóficas y se olvidan de la praxis.
Pareciera que los alternativos a cada salida le encuentran una puerta cerrada, trancada y sellada, porque les preocupa más el empaque de las cosas que su contenido. Esta vieja retorica debe guardarse y aterrizar en la realidad que no es otra distinta a la unidad, pues de lo contrario estarían poniendo en riesgo la continuidad de seguir gobernando."No importa de qué color sea el gato, lo importante es que cace ratones", dijo Deng Xiaping, el llamado arquitecto del desarrollo chino.
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Pero al retardo de la unidad de los alternativos, se suma la fuerza electoral que, hasta el momento, no les alcanza para ir solos a la contienda electoral, correrían el riesgo de fracasar así armen una chipa sólida. Necesitan del apoyo o convergencia de otras fuerzas, sean liberales, grupos disidentes de Cambio Radical, de la U, conservadores o como se llamen a objeto de lograr un amplio movimiento que les permita sostener lo que ahora tienen. También deben cuidarse de los vetos a nombres y personas que en lunar de unir, minan cualquier intento de alianza, esa situación la deben definir los electores, quienes en definitiva deben sopesar las capacidades y la consecuencia con las luchas sociales de los respectivos candidatos.
Para ello, es requisito indispensable despojarse de sectarismos y dogmatismos, que siempre han perjudicado, y de qué manera, a los movimientos alternativos y de izquierda.
Consideramos que para lograr este frente amplio, de diversas fueras y tendencias políticas, primero se debe llegar a un acuerdo sobre lo fundamental del que hablara Álvaro Gómez Hurtado en le derecha, pero que los resucitará Petro desde la izquierda. Llegar a entendimientos sobre puntos mínimos que les permitan defender conjuntamente un programa de gobierno que los identifique a todos, como la defensa de la paz, restitución de tierras y reforma agraria, lucha anticorrupción, combatir el desempleo, planes de vivienda de interés social, defensa y protección del ambiente, especialmente el agua, lucha contra los proyectos megamineros a cielo abierto, lucha por mejor presupuesto y defensa de la universidad pública y de las libertades individuales, entre otros.
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Por último, se deben tener en cuenta los mecanismos de la escogencia del o de los candidatos, que en definitiva, y hay que reconocerlo así, es el problema de fondo que se presenta en la conformación de cualquier coalición política. El bendito nombre del elegido. Aquí está el caletre del acuerdo, donde los interesados, entre otras cosas, deben actuar con amplitud y generosidad.
Tener la suficiente capacidad y el ingenio para saber dirimir las diferencias que puedan existir, y entender, que todos los partidos o grupos tienen intereses colectivos y personales distintos a los de los demás. No son iguales. El secreto está en conciliar, o al menos, llegar a mínimos acuerdos que les permita salida hacia la conformación de esa gran alianza de Colombia Humana, Liberales, Los Verdes, El Polo, la Unión Patriótica, el Mais, la Asi, Marcha Patriótica, el partido comunista, movimientos indígenas y sociales, sindicatos, disidencias de Cambio Radical y de la U; es decidir, meter en ese sancocho la mayor cantidad de organizaciones que estén de acuerdo en luchar por unos puntos básicos del programa del gobierno, para enfrentar la jornada electoral de 2019 sin mayores riesgos.
Esta es la clásica consigna del pueblo y sectores populares, los alternativos, se unen o se joden.
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