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La función está por empezar

La función está por empezar

Por: Gabriel Tique Alarcón


Me parece raro ver cómo poco a poco la ciudad destruida se empieza a llenar de otros colombianos que especifican que Ibagué ha perdido lo lindo, los mismos ibaguereños criticando su tierra, pero sin sentido de pertenencia. El circo cada vez está más lleno de payasos, qué conformistas somos, criticamos el circo desde adentro, pero no cambiamos nada para mejorar la situación.

Desde que nací compré el tiquete a este circo, llevo años viendo el arte circense como los trucos de magia, en donde el espectáculo más seguido se basa en desaparecer los recursos, las obras y los buenos manejos públicos.

Llevo años viendo cómo el domador de leones logró callar a los locutores del espectáculo, obteniendo regularlos, los censuró desde los medios tradicionales presuntamente comprados, pero nadie cuenta cómo los payasos duran cuatro años haciendo chistes y contando novelas de ficción sobre este circo que está con la carpa caída, la piscina sin agua, las jaulas llenas, las graderías deterioradas, la lona del suelo quebrada y los revendedores cada vez robando y cobrando más caro.

Amo ese espectáculo de malabares y deportistas que logran hacer que el circo reluzca más. Pero, el último showman logró que el circo perdiera contundencia, los teloneros y ayudantes robaron los materiales de forma tan descarada, que el circo Ibagué pasó de ser gracioso a degradado. Por eso, después de cuatro años, muchos de estos asistentes, payasos y malabaristas quieren por derecho constitucional y democrático reemplazar al showman para mejorar la calidad de las presentaciones.

Entre estos se postularon varios y este 29 de octubre veremos cómo empieza la función. Todos son muy llamativos, pues tenemos desde magos que desaparecen a sus hijos, hasta payasos resentidos porque el anterior showman Andresito Hurtadini no los dejó avanzar.

Empecemos con la trapecista Aranda, pues su papel antes era más sólido, era asistente y confidente de muchos en el circo, pero ahora y debido a ser una de las mejores amigas del showman está en la cuerda floja y a punto de caerse por las amistades y malas reputaciones que le cargan. El siguiente es el hombre sombra, don Ferro, que desde que quiere reemplazar el máximo cargo solo lo vemos cuidar la imagen pero ser la sombra de los demás postulados del circo.

El próximo, el flautista de las ratas, Hincapié Hamelin que su meta ha sido desprestigiar el mal manejo del showman pero no es más que una simple melodía gustosa que no promete nada nuevo en su música. El payaso García fue tan bueno con los niños y los jóvenes que logra tener el apoyo de ellos, pero no le es suficiente para escalar, pues en el circo hay mucho adulto mayor que está velando por los intereses personales, además de que el cambio en los circos nacionales no ha funcionado y nadie le come a este pacto histórico circense que tantos chistes nos ha contando en el ultimo año.

Pero el más llamativo de todos y el que está a punto de ocupar la corona lleva en su apellido la B de nuestro titiritero favorito: Bolívar Haudini, que más que un ilusionista es un mago muy bueno, además su presentación cuenta con su hijo como asistente en el acto de escapismo. Y ya para finalizar con los postulados a reemplazar al director del circo está el pequeño y lindo domador de cachorros Barretico, que la verdad al no contar con el apoyo del titiritero no será tan contundente en las urnas.

El circo está que arde, pasamos de presentaciones de gran magnitud en el último carnaval que ya tuvimos a Lokillo siendo la función estelar, músicos folclóricos y desastres dentro de la carpa, a la dejadez de los visitantes o la degradación de los eventos. Las funciones contaban con más fiestas de lo normal, fueron cuatro años en donde la parranda reinó, el showman estafó y no pagó nada por ello logrando que ya para finalizar, la carpa no se vea tan mal pues la mandó a coser por partes, también finalizó algunas ganaderías que faltaban, dejó caer escenarios donde se hacían espectáculos como la Concha acústica, pero bueno, como digo, somos conformistas y solo pocos espectadores cambiamos parte de lo que el hoy por hoy sería uno de los circos más dejados de Colombia.

Bueno, los actos están finalizando, en una nube de humo desaparecieron los presupuestos del puente, pero se hizo la gloria de Dios en Ibagué. Ya quiero que terminen las papayeras y las entregas de imágenes diciendo quién es el más capacitado para manejar todo. Solo digo que el siguiente tiene la mirada de muchos jóvenes que están cansados de los mismos chistes y que no les den la oportunidad de trabajar, emprender y vivir tranquilos, pues los falsos taquilleros desprenden las pertenencias, los reguladores de tránsito no funcionan, la seguridad no vigila y los jóvenes desenfrenados.

Hablando con mi novia días atrás me comentaba que extrañaba Colombia, pues ella lleva unos meses viviendo en España. Contábamos las diferencias y realizábamos semejanzas, y nos dimos cuenta que en definitiva sí hay mucho por hacer aquí, pero tanto malabarista y payaso no lo permite.

Ya no me genera risa el asunto, solo buscamos irnos de una ciudad que perdió su encanto, su gente y su pasión por el progreso. En definitiva, esto pasó de ser un circo familiar a uno muy malo de terror.

 

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