En audiencia de lectura de fallo realizada por el juez Primero Especializado, fue condenada a 39 años y 8 meses Angela Johanna Guerra Urueña y a 13 años de cárcel Edilberto Rojas Torres, padrinos de bautismo de Sarita, quien murió a causa de un zarandeo violento, que le ocasionó un trauma craneoencefálico.

En la audiencia, que duró cuatro horas, se hizo un recorderis señalando que el 21 de abril del año anterior un togado especializado aprobó la teoría de la Fiscalía, en la que se pudo evidenciar que la victima sufrió maltratos que le ocasionaron la muerte.

Angela Johanna Rojas Torres, se le condenó por los delitos de homicidio agravado en concurso heterogéneo y tortura agravada, mientras que al hombre se le condenó por el delito de tortura agravada.

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La Fiscalía pudo obtener más de 80 pruebas entre testimoniales y científicas, en las que se evidencia que la niña fue sometida a maltrato físico, agudo, sistemático y crónico durante un año.

Cabe señalar que al termino de la audiencia el juez compulsó copias para que la Fiscalía investigue el delito de acceso carnal violento del que fue victima la niña y del que fue exonerada la mujer en calidad de garante.

La situación de maltrato la llevó a un grado máximo de desnutrición severa, mientras la tuvieron bajo la custodia. Igualmente, al realizarle la necropsia los peritos notificaron que no había un solo espacio en su cuerpo que no tuviera una lesión o abrasión y cicatrices tanto recientes como antiguas.

La menor vivía en condiciones muy deplorables, fue entregada por su progenitora a los padrinos, debido a que no tenía recursos económicos. Se comprobó que perdió el cartílago de su nariz quedando sin parte del tabique y sin sus dientes y mutilaciones en sus dedos.

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Sumado a esta situación tan deprimente, se le negó el derecho a la educación, pues después de estar bajo la custodia de los padrinos, no la volvieron a llevar al centro de atención integral de la vereda dónde residía, aduciendo que era desobediente porque no controlaba sus esfínteres.