Jesús Helí Oviedo como deportista fue íntegro, como entrenador, el mejor. Convirtió a Armero en la meca del deporte de las pesas. Con su empuje allí logró que se construyera el mejor coliseo de levantamiento de pesas de Suramérica.

Llegó con su familia a la Ciudad Blanca de Colombia cuando tenía 13 años de edad. La violencia partidista de la época lo sacó de su tierra natal, el Líbano. A partir de los 14 años sin darse cuenta se convirtió en un enamorado del deporte. Practicó fútbol, ciclismo, atletismo y boxeo y se quedó con el deporte de la halterofilia, es decir el levantamiento de pesas, que finalmente lo llevó a la cumbre. En los Juegos Nacionales de las Fuerzas Armadas fue campeón nacional de boxeo, aunque su pasión fue el fútbol, una lesión lo sacó de este deporte y lo llevó a la práctica de la halterofilia.

Recuerda al presidente de la Liga de ese deporte de la época Jaime Leguizamón, quien le brindó todo el apoyo hasta convertir a Armero en la cantera de las pesas en Colombia. Tuvo como maestros a los mejores profesores de Rusia y de Bulgaria y como entrenador dirigió la selección Colombia en campeonatos Latinoamericanos y Juegos Bolivarianos.

Junto a su hermano Alonso, ortopedista, profesor de la Universidad Nacional, fueron los primeros campeones de ese deporte en el Tolima. Compitió hasta 1971, fecha en que inició su etapa de entrenador, donde logró una destacada actuación. Declarado el mejor entrenador de Colombia en 1980, después de haber barrido en medallería como director de la Selección Colombia en los Juegos Suramericanos. Estuvo en los Olímpicos de Munich, Alemania, 7 Mundiales, lo mismo que Panamericanos y Centroamericanos.

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En ese recorrido de triunfos recuerda nombres de pesistas que le dieron gloria al Tolima y al país, entre otros, Lester Francel, Alex Bernal, Jairo Restrepo, Alonso Oviedo, Isaac Oviedo, Rubén Oviedo, Henry Oviedo, Serafín Gómez, Luis Carlos Angarita y Nelson García. En total recuerda que fueron 28 campeones nacionales.

Aparte de ser el responsable de la dinastía del apellido Oviedo en las pesas y en la gimnasia olímpica en el Tolima una de sus hijas fue campeona nacional de este deporte -, don Helí Oviedo fue el artífice para que Armero tuviera el único coliseo para pesas de Suramérica con capacidad para 1.400 personas.

Hoy con nostalgia, en su fábrica de muebles en Lérida, dice que de todo eso no quedó nada. Que después de la tragedia de Armero, trató de luchar para volver a empezar, pero lo único que recibió fue palmaditas en la espalda, entonces no le quedó otra salida que con el dolor del alma renunciar al deporte y dedicarse a la educación de sus hijos.

Dice que todo el éxito alcanzado se lo debe a sus padres, José Próspero Oviedo y Anatilde Rodríguez, quienes los forjaron en la disciplina y los valores. Son 17 hermanos, 12 hombres y cinco mujeres, un ejemplo en el Tolima.

Hoy don Helí Oviedo Rodríguez, el líder de una dinastía respetada y admirada, a sus 84 años es una leyenda en Lérida donde vive después de la desaparición de Armero. Él es papá Oviedo, como aún le dicen los alumnos del pasado que lo recuerdan como el hombre que los forjó no solo como granes deportistas sino como  mejores personas.

Yasbleidy Velásquez, docente, expresa que “He conocido personas honorables en mi vida y una de ellas es el señor Helí Oviedo, un hombre prudente, respetuoso, sabio a quien agradezco sus consejos y amistad, hoy él está de cumpleaños y es el día especial para decir la gran admiración y cariño que le tenemos”.

Henry Rengifo Hernández