El río Chipalo nace completamente limpio y cristalino en la vereda Alaska de Ibagué y dese allí sus aguas recorren las comunas dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve y diez de la ciudad, recibiendo los caudales de catorce afluentes para llegar altamente contaminado hasta su desembocadura en el río Totare en el municipio de Alvarado.

La tala de árboles, el vertimiento de residuos sólidos y otros elementos contaminantes, son los factores fundamentales que generan la contaminación ambiental de este afluente hídrico. No son pocas las investigaciones que indican que el nivel de contaminación en el río Chipalo es alarmante.

Un grupo de estudiantes del programa de Derecho de la Universidad del Tolima realizó un seguimiento al estado ambiental de este río y el cómo afecta a los residentes de los barrios por donde pasa. En este caso, se comunicaron con habitantes del barrio Entre Ríos, ubicado a unas cuadras de la Universidad de Ibagué, quienes aseguraron que al subir el cauce del río se incrementa la cantidad de zancudos, los malos olores y la presencia de excremento en las aguas.

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“La situación es alarmante porque los habitantes del sector Entre Ríos no gozan, en términos jurídicos, del derecho e interés colectivo al goce a un medio ambiente sano, como tampoco a la seguridad y salubridad públicas”, acotó Maura Valentina Chacón, estudiante de 7º semestre de la UT.

Según lo informado, una de las principales problemáticas que conlleva a la contaminación del río es que en el desemboca la quebrada La Pioja, la cual recibe todos los desechos de varios barrios sin sistema de alcantarillado en la ciudad.

Sumado a esto, desde hace más de un año hay alrededor de 4 pozos del alcantarillado que no cuentan con una tapa protectora, por lo que al subir el cauce del río, debido a lluvias u otros factores, estas se ven rebosadas y terminan llenando de desechos y residuos sólidos al río Chipalo, una situación que solo empeora la condición de este importante afluente hídrico de la ciudad, y que además provoca complicaciones de salud en los habitantes aledaños a Chipalo.

Varios testimonios de habitantes afectados cuentan que la respuesta del IBAL a las distintas solicitudes que han hecho para solucionar este problema es que “no cuenta con dinero para comprar más tapas”. 

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“Las tapas de los pozos se las llevó el río, y cada que este sube su cauce estos pozos se rebotan. Han venido de la Secretaría de Gestión del Riesgo, pero nosotros no vemos ningún resultado de todas esas visitas”, contó Manuel José Osorio, presidente de la junta de acción comunal del barrio Entre Ríos.

A pesar de que Cortolima, la máxima autoridad ambiental del departamento, hizo mención especial a este río en su lista de objetivos para 2023: “El río Chipalo contará con la ejecución de obras de infraestructura gris y de obras verdes para disminuir la problemática de contaminación, gracias a la inversión de más de 9 mil millones de pesos”. A día de hoy no se sabe cuándo iniciará la recuperación de este río, mientras tanto la salud de los ibaguereños sigue viéndose afectada.

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