No podía ser de otra manera el remate de un gobierno lánguido y desesperanzador. El alcalde Hurtado remató su nefasta administración con la constante que siempre lo caracterizó: la mentira.

Tergiversar, acomodar cifras, anuncios sin sustento, fueron el permanente devenir en sus cuatro años como alcalde y que en su última rendición de cuentas lo corroboró sin pudor alguno.

Sin lugar a duda, un alcalde despilfarrador, que como ninguno en la historia de Ibagué se dedicó a comprar un buen sector de la prensa, lo grave es que ésta se dejó coptar, 10 mil millones de pesos en publicidad, prensa que con salvadas excepciones estuvo en un silencio cómplice frente a los numerosos escándalos que propició el desdeñoso Hurtado. Para la muestra un botón, el calvario que vive la ciudadanía por cuenta de la problemática que se presenta con el suministro de agua.

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La buena noticia para Ibagué sería que dejáramos de hablar de Hurtado porque ya se va, pero lastimosamente no es así. Hurtado sigue por cuatro años más. Por más que la alcaldesa Johana Aranda intente demostrar lo contrario, los hechos indican otra cosa. Solo basta mirar parte del gabinete que la acompañará para deducir que Hurtado estará siempre respirando cerca de una administración que considera suya porque todo su esfuerzo lo enfocó para que Aranda fuera su reemplazo.

A Medellín la saquearon ha dicho el alcalde electo de esa ciudad Federico Gutiérrez, después de concluido el empalme con el gobierno saliente. En el caso de Johana Aranda, muchos en Ibagué estamos expectantes por el informe que debe rendir a la ciudadanía sobre cómo recibe la ciudad. No olvidar que, como funcionaria de primer nivel de Hurtado, cuenta con información privilegiada y fidedigna de lo acontecido en el cuatrienio que está a pocos días de finalizar.

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Más que un discurso florido, donde seguramente aflorarán los mensajes grandilocuentes como que en los próximos cuatro años en Ibagué correrán ríos de leche y miel, la mayoría de los sufridos ibaguereños esperan que la nueva Alcaldesa entregue un informe transparente y exacto de la situación financiera en la actualidad.

Por fortuna y valga decirlo, de los buenos aciertos en los nombramientos de la alcaldesa Johana Aranda, ha sido el de Ángel María Gómez en la secretaría de Hacienda. Por lo menos da esperanza de que los ibaguereños conocerán el estado real de las finanzas actuales del municipio. Por lo que se conoce, el panorama en este aspecto para nada es halagador.

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Entonces, contrario a lo que hizo su antecesor, la alcaldesa Aranda debería abstenerse de caer en la repetitiva práctica populista de prometer pajaritos de oro. Los ibaguereños necesitan que se les resuelvan problemáticas que hoy afectan de manera lacerante la calidad de vida. Por ejemplo, no contar con un buen servicio de suministro de agua y la movilidad.

Henry Rengifo Hernández