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Inconformidad en Venadillo por nombramientos
Sindican a la señora Patricia Sánchez, funcionaria de la secretaría de Salud del Tolima, esposa del alcalde Beltrán, de viajar los fines de semana hacer campaña política a Natagaima, puesto que aspira a ser alcaldesa de la llamada Meca del Folclor tolimense, ofreciendo puestos y contratos en Venadillo, además de llevar músicos y papayeras, pagados, presuntamente, con el presupuesto de la tierra del venado.
Otro de los involucrados en este paseo, es José Soto, a quien señalan algunos concejales de tener también cargos directivos en la administración local, ocupados por familiares cercanos.
Dicen que los asesores más cercanos del alcalde Beltrán son: Efraín Bonilla, es el jefe de maquinaria del municipio y Claudia Bonilla, jefe de acreditación para los programas de la tercera edad y el Sisben. Tienen en común que son hermanos, sancionado por diversos motivos, el primero por tentativa de homicidio y lesiones personales, el Consejo Electoral no autorizó su inscripción por estos hechos como candidato al concejo; la segunda por la Procuraduría, perdió su investidura de concejal, y además, es deudora morosa del famoso Banco de los Tolimenses, a quien no le encuentran la dirección para cobrarle las deudas que aún tiene con el cuestionado y desaparecido ente.
Esta situación, obligó a renunciar al secretario de Gobierno Municipal, Jorge Espitia y a la gerente de las Empresas Públicas Municipales de Venadillo que no aguantaron las presiones indebidas del alcalde, para hacer cosas por fuera de la ley.
Todo parece indicar que en Venadillo manda Los Diablos, por lo que muchos se preguntan parafraseando al desaparecido Condo Vides: “¿Y ahora quién podrá gobernarnos?”.
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