Semana Santa es un tiempo de intensa actividad religiosa para millones de personas. Ese cuadro de creencias que es el catolicismo tiene muchos dogmas que, fuera de su doctrina, son difíciles de entender.

Todas esas creencias, que en su mayoría han caído en desuso, siguen estando en el subconsciente colectivo y constituyen una parte fundamental de nuestra cultura. Estos son algunos de ellos.

• No meterse en ríos.

Esta es una creencia que, si bien muchos no han tenido que cumplir, todos hemos escuchado de ella. En muchos pueblos de Colombia, y en muchos países de Suramérica, la creencia dice que si una persona se bañaba en un río se convertiría en pez.

• No vestirse de rojo.

Puede que ahora sea difícil pensarlo así, pero en otros tiempos el color rojo estaba asociado a la figura del diablo. Por eso las abuelas recomendaban evitar ese color en Semana Santa y más bien vestir de negro o de blanco.

• No subirse a árboles.

Semana Santa es tiempo de reflexionar y de andar despacio, por eso es un tiempo que pasa más lento. Las personas caminan lento, intentando ponerse en paz de sus culpas. Los niños, siempre inquietos, seguía jugando a su ritmo. “No te subas a ese árbol porque te conviertes es mono”, recuerdan haber escuchado muchos niños que ahora son adultos. Tal vez solo era un truco para evitar un accidente que por mucho tiempo fue una creencia religiosa.

• No comer carne en vigilia.

Esta es tal vez la creencia más inamovible de todas y una de las que aún está muy presente. Aunque en ninguna parte de la Biblia dice expresamente que no se debe comer carne, para muchos es una regla de oro por estas fechas. La idea de no comer carne, y en muchos casos de hacer ayuno, es una manifestación de luto y penitencia frente a la muerte y resurrección de Cristo.

• No tener relaciones sexuales.

Es tal vez la más conocida de las “prohibiciones” de Semana Santa, sobretodo por la carga de picardía de mofa que provoca en las personas los temas relacionados con el sexo. “Quedarse pegado en Semana Santa”: todos hemos escuchado eso; sin embargo, nunca hemos visto, ni en algún conocido o en noticieros, a dos personas pegadas por estas fechas.