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El cambio de línea editorial de El Nuevo Día

En una palabra, la línea editorial del periódico que le marco Antonio Melo, uno de los quijotes de ese diario, se refundió y se nota su falta de lejos. Un diario como El Nuevo Día, sin una línea editorial con criterio de orientación, es como un barco sin timonel o un caminante en el desierto sin brújula.

El cambio de línea editorial de El Nuevo Día
02 de Nov, 2016
[LetraCapital Letra="S"]e nota la mezcla ideológica y de contenido que han tenido los editoriales del diario regional El Nuevo Día. No es coherente, pasan de la noche al día, tienen debilidad para fijar posiciones claras sobre los diversos temas del departamento y de su capital, y se inclinan por una línea vaga que no es ni “chicha de limoná” como dice la canción.

 

Esos editoriales contra la corrupción, la denuncia de los abusos del poder, la utilización de los recursos públicos para hacer política y patrocinar familiares de los mandatarios a corporaciones públicas lamentablemente desapareció. La lucha por la transparencia no la volvimos a leer.

 

En una palabra, la línea editorial del periódico que le marcó Antonio Melo, uno de los quijotes de ese diario, se refundió y se nota su falta de lejos. Un diario como El Nuevo Día, sin una línea editorial con criterio de orientación, es como un barco sin timonel o un caminante en el desierto sin brújula.

 

Hacemos votos porque pronto se supere esta situación, este periódico es una institución que hace parte del desarrollo del Tolima, especialmente en el informativo y periodístico y debe conservar una entidad, para que de pronto no le pase lo del dicho aquel: “Para dónde va Vicente, para donde va la gente”.

 

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