El Condominio Hacienda Las Victorias y el Complejo Residencial Arboleda del Campestre comparten una conexión ecológica vital: la quebrada La Honda. Arboleda del Campestre se ubica en el margen derecho de la quebrada, y apenas unos metros aguas abajo, en el margen izquierdo, se localiza el lujoso Condominio Hacienda Las Victorias.

La veeduría VAPI, que ha seguido de cerca la difícil situación de los moradores de Arboleda del Campestre respecto a la calidad del agua, revela la raíz del problema en las licencias.

"Si bien Arboleda del Campestre se licenció urbanísticamente ante Curaduría Urbana, contando con disponibilidades de acueducto y de alcantarillado expedidas por el IBAL, estas resultaron ser letra muerta. El servicio de acueducto complementario nunca se prestó, y, en materia de alcantarillado, la autorización para conectarse al colector La Honda es una gran falsedad, ya que ese colector nunca ha existido."

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Producto de esta falencia, las aguas residuales del conjunto Yarumo (Arboleda del Campestre) comenzaron a descargarse directamente sobre la indefensa quebrada La Honda, acabando de inmediato con la tranquilidad de los habitantes del Condominio Hacienda Las Victorias y desatando la ola de malos olores.

Para solucionar este conflicto ambiental, la Constructora Bolívar obtuvo la autorización de Curaduría Urbana y Cortolima para implementar una Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR) en el conjunto Yarumo. El objetivo era llevar esas aguas a unas Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales Domésticas (PTARD) que Cortolima autorizó construir en predios de la Hacienda El Zorro, justamente a la misma altura donde se localiza el Condominio Hacienda Las Victorias.

De acuerdo con habitantes del sector, esta medida, lejos de solucionar el problema original, lo trasladó y lo magnificó para el condominio:

"Estas genialidades urbanísticas y ambientales, autorizadas por las entidades competentes, son ahora las responsables de que las valiosas viviendas del Condominio Hacienda Las Victorias—cuyo valor promedio oscila entre los $4.000 millones y $5.000 millones—sean blanco, con cada vez mayor frecuencia e intensidad, de nauseabundos olores. Por caprichos del viento y el clima, estos hediondos vapores viajan directamente desde las PTAR de Arboleda del Campestre hasta nuestras residencias."

Lo cierto es que este nuevo problema de salubridad se suma a la larga lista de controversias que ha enfrentado el proyecto urbanístico Arboleda del Campestre en relación con la gestión hídrica. Desde hace varios años, la Constructora Bolívar ha sido objeto de denuncias de veedores y habitantes por presuntas falencias, no solo en el alcantarillado, sino también en el suministro de agua potable.