Política

Martha Alfonso y su perseverante tarea de sacudir la participación ciudadana

Martha Alfonso y su perseverante tarea de sacudir la participación ciudadana

Históricamente en el Tolima las comunidades han sido sometidas a escuchar, pero muy pocas veces se les ha dado el espacio para expresarse.

Nada mejor para alimentar la democracia que incentivar la participación ciudadana. Las comunidades siempre han clamado porque las escuchen y el Tolima sí que ha carecido de ese ejercicio.

Aquí históricamente las comunidades han sido sometidas a escuchar, pero muy pocas veces se les ha dado el espacio para expresar sus ideas, formular propuestas y proponer soluciones. Casi todo les ha sido impuesto.

En ese orden ha resultado determinante el trabajo que ha desplegado la representante Martha Alfonso por los municipios del departamento. Hasta hace unos días había logrado abrir espacios de diálogo en 23 de ellos. Diálogos preparatorios para recoger propuestas y llevarlas al diálogo vinculante propuesto por el gobierno nacional, que servirán para la construcción del Plan Nacional de Desarrollo.

A quienes lanzan críticas sobre esta labor y consideran que no brinda en la práctica una efectividad real, es oportuno decirles que el solo hecho de poner a hablar a las comunidades en torno a sus problemáticas que más las agobian, tiene hacia el inmediato futuro repercusiones alentadoras.

Que a la gente en los municipios tanto en zonas urbanas y rurales se le ofrezca la oportunidad de expresarse de manera libre y espontánea, será un componente necesario que, sin duda, coadyuvará en el fortalecimiento de la democracia participativa, en un gobierno que tiene dentro de sus postulados máximos, mantener cercanía permanente con las comunidades.

Enhorabuena esta crucial iniciativa de la representante Martha Alfonso, pues llega en el momento preciso y a la hora indicada, cuando de manera urgente se necesita que las comunidades hablen, sobre todo cuando desde hace rato vienen esperando  ser escuchadas. Acertado, entonces, este ejercicio donde Alonso ha sabido marcar el paso, fijar la agenda del diálogo, que por fortuna la mayoría de sus colegas representantes por el Tolima, han empezado también a transitar ese camino.

Son tantas las problemáticas que enfrentan los territorios, que no todas las propuestas tendrán cabida, pero si las más apremiantes como vías terciarias, agua potable, producción agropecuaria y educación. Lo importante es el espacio que se abre, la posibilidad de recoger ese sentir e ir materializándolo con eficacia y compromiso y así evitar nuevas frustraciones.

Henry Rengifo

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