Las leyes creadas en Colombia para crear una igualdad dentro de la participación de las mujeres en la política aún están en pañales, salvo la participación dentro de la burocracia las excepciones son contadas y por el contrario a ellas no se les perdona nada. 

En el podcats de Autónomas del diario El Espectador relatan esa cruda realidad que viven las mujeres durante el ejercicio político y aunque ponen como ejemplo dos líderes del contexto nacional, en el Cronista.co recordamos esa mala interpretación de parte de la ciudadanía frente al mandato de la ex alcaldesa de Ibagué Carmen Inés Cruz en el período comprendido entre el 1998 al 2000.

De acuerdo con el diario capitalino, “según una investigación del Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria del 2016, seis de cada diez mujeres en la política han sido víctimas de algún tipo de violencia.

 Son diferentes las formas como son violentadas: que les apaguen sus micrófonos, que les cierren las puertas de los recintos, que les digan “viejas locas”, que les critiquen su apariencia, que las insulten con adjetivos peyorativos en redes sociales, que les cuestionen su rol como madres o cuidadoras, que las presionen para abandonar sus proyectos”.

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En el Tolima

En la región son contados los casos de mujeres que llegan al poder, destacándose la representante a la Cámara, Adriana Magaly Matiz del partido Conservador, o, la ex candidata y representante a la Cámara, Rosmery Martínez Rosales, esta última ingresó al quedar de segundas en su aspiración a la gobernación del Tolima en el actual período. 

Aunque en algunos concejos municipales existe representación de la mujer, solo 2 de 19 líderes locales son mujeres, Linda Esperanza Perdomo Ramírez quien completa su 4 periodo en la corporación y Martha Cecilia Ruz Ruiz, segundo periodo.

Pero sin duda, el caso de acoso evidente sobre una mujer política en el departamento, lo ha tenido que afrontar la actual concejal del Líbano, Dana Castro. Los ataques que ha recibido por parte de funcionarios de la Alcaldía han sido furibundos, empezando desde el mismo Alcalde.

64 años después que se aprobara en Colombia el voto femenino la pregunta que muchos se hacen es, ¿por qué las mujeres no votan por mujeres?.

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El problema es igual en Colombia que en México o Argentina, “las mujeres tienen derecho a votar en todas las elecciones en igualdad de condiciones con los hombres, sin discriminación alguna… La desigualdad social y de trato, los desequilibrios en las relaciones de poder y las tradiciones culturales son factores estructurales que a lo largo de la historia han obstaculizado el ejercicio de la ciudadanía a las mujeres, informa el portal electora de México. 

Volviendo al caso local, la socióloga y doctora en Educación, ex alcaldesa de Ibagué y ex rectora de la Universidad de Ibagué fue la artífice de retomar el hilo conductor en materia de finanzas del municipio, administración que estaba adportas de ser inviable, pero su gran pecado, más que de no comunicar como se debía fue el de ser mujer. 

Y ese discurso hegemónico y unanimista no le ha permitido a la capital y al Tolima pensar que una mujer sería una alternativa interesante en estos cargos como ocurre ya en muchos lugares del país, caso gobernadora del Atlántico o del Valle del Cauca.

Dejamos en el tintero que las mujeres son más del 50% del total de la población y aunque existan sesgos y bulling especialmente en redes sociales, se avecinan unas nuevas elecciones donde el país puede seguir siendo manejado desde la influencia de los varones que son determinantes en las decisiones o desde la sensibilidad y formas diversas de administrar lo público con eficiencia.