El alcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado, que desafiando la ley, hizo campaña abiertamente a favor de 'Fico', sin que autoridad alguna, hasta el momento, se haya manifestado por la violación a la ley electoral, fue uno de los derrotados en las elecciones de este 13 de marzo en Ibagué, y por doble partida. 

En primer lugar con Fico, que sacó 39.569 votos, frente a los 51.613 de Gustavo Petro, y la quemada anunciada de Jaime Armando Yepes, de la U, por el cual el mandatario local se la jugó a fondo.

Esto significa que un funcionario con más del 63 por ciento de desaprobación en los más de dos años de mandato que lleva, no tiene capacidad para endosar votos, menos para convertirse en jefe de un movimiento al que algunos ´periodistas y medios’, han tratado de convertirlo en jefe político gracias a las manotadas de dádivas que Hurtado les suelta mensualmente, utilizando el tesoro público para autonombrarse jefe del inexistente “hurtadismo”; un embeleco costoso para el bolsillo de los contribuyentes ibaguereños. 

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Hasta el momento, la desastrosa administración de “Ibagué vibra”, solamente ha demostrado que solo sirve para hacer politiquería, llenar los pasillos y dependencias de la alcaldía de contratistas para hacer campaña, a costa de la salud, la quiebra de la USI, de la infraestructura educativa, del abandono de la malla vial, de la conclusión de la mega obra del acueducto complementario tan necesarios para la ciudad, la terminación de los escenarios deportivos, y la falta de políticas sociales claras y transparentes para la población vulnerable de la ciudad. 

El mandatario local ha demostrado que para lo único que sirve es para continuar con el discurso demagógico de campaña, ofreciendo lo habido y por haber, donde cuenta 300 mil millones para disponer, en lo que resta de su mandato, y que los ibaguereños tendremos que pagar con vigencias futuras, los endeudamientos que  sumisa y como cómplices han aprobado las mayorías del Concejo Municipal. Incluso para aprobarle un polémico y cuestionado viaje a paraísos fiscales como Panamá y Budapest. 

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Hurtado es un alcalde que está superando la  ‘obra del gobierno’  de Luis H. Rodríguez, que se siente un jefe político con pies de barro, que hasta el momento no ha realizado ningún aporte concreto a la ciudad, salvo los anuncios de obras, con exagerados sobrecostos y otras que están mal planeadas como el sonado viaducto de la 60, lo mismo que contratos con permanentes adiciones presupuestales, un gasto público nunca antes visto en Ibagué.

Las elecciones de este 13 de marzo, mostraron que Hurtado no es ningún jefe político, que no tiene capacidad de endosar votos, y lamentablemente, es un mal administrador de lo público, un alcalde derrochón de los recursos públicos, y que no tiene nada que mostrar. 

Hurtado llegó elegido gracias a la fuerza electoral de Óscar Barreto, y eso también quedó demostrado ayer  con la votación que tuvo el jefe conservador.

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Hurtado es un nato perdedor, que no tiene nada que reclamar, salvo los sumarios que cada día crecen  en la Fiscalía y que lo pueden poner en aprietos antes de finalizar su mandato.

Humberto Leyton