Aprovechando oportunistamente un refrito noticioso que había aflorado en la campaña electoral de 2014, y utilizado también políticamente por los adversarios del exsenador Mauricio Jaramillo, se revive ahora a las puertas de la jornada electoral del 2018. En esta oportunidad con un nuevo protagonista en escena: Jorge Alexander Pérez, alias "El Chatarrero", contratista de las obras de las piscinas olímpicas de la calle 42.

En la primera ocasión, el abogado Orlando Arciniegas Lagos, cerebro del desfalco de los Juegos Nacionales Ibagué 2015, junto con el asesor del gobernador Óscar Barreto, Gustavo Osorio, señalaron a Mauricio Jaramillo de estarse beneficiando también con las obras de los Juegos con el depósito de escombros en un predio de su propiedad cerca al aeropuerto de Perales. Recordemos que los dos denunciantes hacían parte del equipo de John Sper Toledo a la alcaldía, cuyo jefe de campaña era el propio alcalde Luis Hernando Rodríguez y, que Mauricio Jaramillo, meses atrás había comenzado también a denunciar todo lo que iba a suceder con los Juegos Nacionales, por la corrupción que se estaba moviendo tanto en la contratación de los diseños como de las obras de los escenarios deportivos.

Y para quienes tienen ahora mala memoria, también les recordamos que en la elecciones pasadas Luis H. Rodríguez, formó dúo con Óscar Barrero y Toledo, para gobernación y alcaldía. Y que tanto Arciniegas como Osorio, apoyaron esta dupla.  Jaramillo (Mauricio), por su parte, respaldó a Rubén Darío Rodríguez, por el partido liberal, quien ocupó el tercer lugar, en esta contienda.

Haciendo estas precisiones, lo nuevo que dice "El Chatarrero", es el supuesto conocimiento y asociación  que existía entre Arturo Giraldo López, ingeniero y contratistas para remover los escombros, Luis H. Rodríguez y Mauricio Jaramillo, donde cae en contradicciones tan evidentes que su mentiroso montaje se comienza a caer. Dice que se la pasaban jugando golf en el Campestre, cuando Jaramillo, escasamente conoce los palos y la bolas. No le justa este deporte y nunca lo ha jugado. Que se conozca el único deporte que práctica es el fútbol.

La relación entre Giraldo y Jaramillo, surge de vecindario, ambos en la época vivían en el mismo edificio y allí, el primero lo propuso al segundo que lo dejará depositar la capa vegetal o tierra en su predio ya que tenía conocimiento que necesitaba material para nivelarlo, y acordaron precios inferiores a los que se cobran en el mercado de las escombreras. Mientras en una escombrera se pagan 50 mil pesos por volqueta de 15 metros, Jaramillo solamente le estaba cobrando 10 mil a Giraldo.

Según el exsenador, quien ofrecerá más detalles en una rueda de prensa, el contrato total no llega a los 150 millones de pesos, de los cuales Girando le adeuda más 48 millones, por lo que existe una demanda contra Giraldo. En consecuencia, tampoco es cierto que Jaramillo haya recibido mil 500 millones como la afirma "El Chatarrero".

En las denuncias que formula "El Chatarrero", con obvios propósito de negociar un acuerdo con la Fiscalía y rebajar la condena por el robo de los recursos de las piscinas olímpicas, así sea enlodando a otras personas que no tienen nada que ver con este desfalco, se olvida mencionar el nombre de Gabriel Camargo, que también se beneficio con la nivelación de su predio donde hoy funcionada la sede social del Deportes Tolima. Este lote es contiguo al de Jaramillo, y también fue vendido por este al máximo accionista del club. Camargo, igualmente, negoció con Giraldo, el depósito de escombros pero con tan buena surte que le canceló todo y no tuvo pleitos jurídicos por el pago como los que tienen Jaramillo y Giraldo.

Mauricio Jaramillo, siempre ha sostenido que esta negociación la hizo con un empresario privado y que nunca tuvo que nada que ver con el municipio. Por su parte, el empresario Arturo Giraldo López, deja claro en su entrevista con el diario El Nuevo Día (Noviembre 14 de 2017), que: " Yo nunca tuve una relación con el Consorcio Unidad Deportiva, sino con Almodena, que era un subcontratista del consorcio", a la vez que aclara, desde su punto vista, la negociación que tuvo con Jaramillo en este caso. (Puede leer todo el texto de la entrevista).

Y en cuanto a Cortolima, se sabe que en este caso, no necesistaba de licencia ni de permiso,  puesto que era capa vegetal (tierra) y solo se requería un informe o notificación por parte del interesado para hacer este traslado y este requisito se cumplió según el artículos 176 del Decreto 2811 de 1974 (Código de Recursos Naturales), y que Jaramillo había cumplido con ello.

Sobre este tema la autoridad ambiental convocará una rueda de prensa este miércoles 15 de noviembre para fijar su posición oficial frente al tema.

Por su parte,  Mauricio Jaramillo hará la propio, soportado en documentos que arrojan claridad sobre esta situación, a la que algunos quieren sacarle provecho político en forma oportunista, sin el menor conocimiento de causa, entre ellos los que acompañaron a Luis H. y su candidato y los que guardaron silencio en toda su administración.

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