Lo que denuncia Enrique Mejía, miembro de la junta directiva de la Cámara de Comercio de Ibagué,  en el diario El Nuevo Día, es la extensión de este periodismo cicatero al sector privado. Ya en el sector público desde hace años es común y el único que ha tenido pantalones para enfrentar este sicariato moral es el actual alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez. Por eso, la campaña de desprestigio que metódica y calculadamente se ha desarrollado desde algunos medios contra su gobierno.

Ahora la víctima es el sector privado y consideramos que Mejía, tiene sobrada razón para criticar y denunciar este aberrante flagelo que amenaza a toda la sociedad con un periodismo corrupto. Nos sumamos a la iniciativa de fortalecer la ética en esta profesión, empezando desde las mismas universidades que tienen facultades de comunicación, para que impulsen programas especiales en esta disciplina o materia.

Este portal nació como una necesidad de ofrecer otro tipo de información a la que algunos ofrecen basada en el dinero y el comercio. De allí, nuestro compromiso fundamental es con la verdad no con nuestro bolsillo, y diferenciamos claramente la línea existente entre la parte comercial de este portal y la conducta editorial y periodística que aunque complementarias tienen diferencias abismales cuando se trata de cumplir honrada y transparentemente con la profesión, oficio o arte del periodismo. Tan delincuentes son los abogados, funcionarios, contratistas y demás personas que desfalcaron o se robaron el dinero de los Juegos Nacionales en la alcaldía de Luis H. Rodríguez, como exponente máximo de la corrupción, como los periodistas y medios que guardaron silencio y se callaron por dinero o pauta publicitaria los delitos que se estaban cometiendo. No los denunciaron a tiempo.

Aceptamos la propuesta que desde El Nuevo Día, lanza Enrique Mejía, y recordamos uno de nuestros principios que marcamos en nuestra primera nota editorial: “No confundiremos ni utilizaremos El Cronista.co como medio de presión o chantaje para nuestros objetivos meramente comerciales o personales. Respetaremos la honra de las personas y entidades, jamás jugaremos con su honor y prestigio. El objetivo nuestro será buscar la verdad”. (Ver: Por un buen periodismo)