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Opinión

Los muertos de Bolivia

Los muertos de Bolivia

Ya hay muchos muertos en Bolivia, por cuenta del golpe de Estado perpetrado por grupos paramilitares, entrenados de conformidad con los libretos de la llamada "Escuela de las Américas". 

Golpe fraguado por la corrupta "clase dirigente teadicional" boliviana, debidamente avituallada por poderosos integrantes del partido que  gobierna en los Estados Unidos de Norteamérica. 

Ahí están: nuestros hermanos mayores, herederos de quienes tuvieron la osadía de ensayar la resistencia y procurar un conjuro verdadero ante las felonías de los invasores peninsulares, durante el período de la Conquista. 

Foto: @teleSURtv

Hombres y mujeres nuestros americanos;  hermanos de ésta humanidad envelecida, pero mucho más vitales y auténticos que aquellos "americanos" vergonzantes que los desdeñan por ser originarios. Vitalidad terrígena de siempre, que perdura -por puro voluntarismo y terquedad- más allá del exterminio, las masacres, el apocalipsis y los genocidios. Formidables arquetipos supérstites de una vieja etnia que no se doblega ni declina. 

¡Qué dolor de patria, de raza, de pueblo, de tierra! ¡Cuánta vergüenza y cuánto oprobio por ésta humanidad deshumanizada, desentendida, indolente, vividora y aprovechada! 

 

¡Cuánta angustia por la paradoja de ver a los hijos de Atahualpa, Manco Capac, Tupac Amarú, Tupac Katarí, perseguidos y esquilmados, humillados y ofendidos, lacerados y ultimados, por haberse atrevido a darnos lecciones de coraje, solidaridad, decoro, sabiduría y dignidad. Por haber tenido la osadía de demostrarnos cómo y de qué manera son capaces de gobernar mejor que los adalides de la "civilización" del desarraigo, la inautenticidad, el despojo y la aniquilación. 

Foto: @teleSURtv

Por haber dejado constancia, tal vez sin proponérselo, que su moral no es doble como la de los "blancuzcos" que pretenden borrarlos de la faz de la tierra, arrinconarlos al borde del peñón de las ánimas, dejarlos sumidos en el abandono, sin un pedazo de suelo o sin un destello soleado apto para brindar un baño de  luz a sus rostros macilentos y aterrados. Constancia de que ellos, sin necesidad de jurar sobre una biblia, son más aptos para amar de verdad que todos los que menosprecian y subvaloran la significación de sus cosmovisiones, de su ética, de su manera de honrar ka existencia, que para ellos no es un mero asunto personal. 

Qué desasosiego, qué delirio... En verdad, viéndo caer a esos hermanos que empuñan hasta última hora la Whipala multicolor y pluralista, siente uno ganas de salirse del cuero; y se avergüenza de tantos contrasentidos, estropicios y desafueros que se cometen en nombre del crecimiento, el rendimiento, la prosperidad y la civilización de los "reyes de la creación". 

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