Por Mauricio Yepes | Director Fenalce Tolima

De acuerdo con los datos de La Federación Nacional de Arroceros, por ejemplo, el ingreso del 66% de los habitantes del municipio de El Espinal (con aproximadamente 57.000 habitantes) se deriva de este cultivo.

El arroz genera en el departamento del Tolima 130.000 empleos directos en más de 100.000 hectáreas sembradas.

Los colombianos consumimos un promedio de 41 kilos de arroz al año. Con la llegada de la pandemia y la disminución del ingreso en los hogares, el consumo se vio afectado, lo que generó altos inventarios de arroz blanco en la industria. Si se aprueba el IVA para este alimento en la próxima reforma tributaria, las cantidades de arroz blanco en bodega seguirá creciendo.

En el imaginario colectivo, existe la idea de que ser arrocero es sinónimo de ser rico. Nada mas falso que dicha afirmación. Revisemos algunos indicadores del sector que nos suministra el censo nacional arrocero realizado en el año 2016: El área promedio del productor es muy cercana a las diez hectáreas (en otras palabras, es un cultivo de pequeños agricultores).

El 72% de la maquinaria usada para sus labores agrícolas es alquilada. En zonas tan importantes para la producción del cultivo como el municipio de El Espinal el 74% de nuestros productores son arrendatarios que acuden a créditos de empresas distribuidoras de insumos agroquímicos para poder realizar su actividad agrícola.

 La población dedicada a esta actividad en el país se está envejeciendo, no existe un relevo generacional pues el 60% de los agricultores son mayores de 50 años. Solamente el 21% poseen estudios universitarios.

La producción promedio en la ciudad de la tambora, llega a 130 bultos. En esta localidad los costos de los arriendos son bastante elevados (llegan a 3.5 millones hectárea). Me tomaré la licencia de ser muy prudente en los gastos de producción, calculando hacia abajo: el resultado es desalentador pues muestra que el equilibrio se tiene con el precio pagado por el grano en el momento de esta publicación en 126 bultos/hectárea, su utilidad por seis meses de trabajo se reduce entonces a 4 bultos por hectárea (270.000 pesos).

• (Puede leer: El 2021, el año para los productores de maíz del Tolima)

“El año pasado vimos las carreteras con las familias de los paperos pidiendo auxilio, también los de cebolla larga de Aquitania, hoy siguen sufriendo también los paneleros, igual que los productores de cebolla del Catatumbo, los productores de arroz advierten que se encuentran en esa misma lista, y que los están obligando a salir a las carreteras”

Para terminar de completar, nuevas noticias agobian nuestros productores: Los fertilizantes necesarios para la producción de grano subieron en los últimos días sustancialmente el precio: el bulto de urea pasó de 78.500 a 81.500 y el DAP (fuente de fosforo) pasó de 78.500 a 104.450 representando este último un incremento por encima del 30%

Este año se espera el ingreso de 307.000 toneladas de arroz blanco provenientes de Estados Unidos, Ecuador y Perú; esta proyección, sumada a los inventarios actuales, no genera buenas expectativas dentro de los actores que participan en el negocio.

Si el precio del grano sigue cayendo como se espera con la llegada del producto del exterior, la situación será más que insostenible.

Una película repetida y bastante larga, pero con diferentes actores: El año pasado vimos las carreteras con las familias de los paperos pidiendo auxilio, también los de cebolla larga de Aquitania, hoy siguen sufriendo también los paneleros de todo el país, igual que los productores de cebolla del Catatumbo que se encuentran en la misma condición.

Los productores de arroz advierten que se encuentran en esa misma lista, y que los están obligando a salir a las carreteras a manifestar su inconformidad. Y a recordar que los arroceros no son los ricos del pueblo.

ADENDA: Bien por la administración actual de la Universidad del Tolima, lograr la matrícula cero para todos los estudiantes de pregrado en ambas modalidades de todos los estratos merece un aplauso de pie.