Por Carlos Alberto Estefan Upegui 

El primer cuñado de la Nación, como suelen decirle a un periodista quien se da ínfulas de importante por su parentesco con el Presidente Duque, fue recientemente descortés con la doctora Cecilia Lopez M al utilizar el apelativo de "nueva vieja" ministra.

Periodista que no es tan joven, como cree, pues ahora hace tránsito de los 59 a los 60 años y pronto lo veremos formando parte del mundo senil,  entonces será cuando vea la realidad de manera distinta.

“La vida es corta, pero la juventud aún más efímera”.

Entre tanto, los años por si solos no necesariamente representan la única condición para alcanzar el éxito, sean muchos o pocos. 

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Es la serenidad y profundidad de sus planteamientos, la capacidad para tomar decisiones y tantos más requisitos que deben acreditarse para ejercer con lujo de competencia un determinado oficio.

Cuando recién comenzaba el Gobierno de Iván Duque, los comentarios de la prensa estuvieron enfocados a decir que "de los 16 ministros solo tres podrían interpretarse como cuota regional, cumplía con la equidad de género, pero tampoco eran menores de 45 años".

Porque no siempre nombrar jóvenes, la mayoría inexpertos en altos cargos es la mejor decisión.

Los jóvenes son por naturaleza irreverentes, desafiantes e insolentes.

Por supuesto, me refiero a esos menores de 45 años, porque de ahí hasta los 60 es un periodo de consolidación de conocimientos y moderación, mientras la edad madura vendrá luego con mayor acierto en sus decisiones.

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Lo que no está bien, como en el caso que nos ocupa, es el desaire a los de mayor edad simplemente por creer que son de otra época, cuando aún siguen participando de esta.
Además, no puede olvidarse que fueron ellos quienes sembraron y construyeron los cimientos para que los jóvenes de hoy obtuviesen bien o mal, lo que ahora es su propia realidad.

Los adultos mayores merecen respeto, no cabe la grosería ni el sarcasmo.
Y si bien es cierto, el relevo es apenas obvio en la curva de la vida, tanto en la familia, en la sociedad, en las empresas, en la política y el gobierno, no está bien asumirlo con irreverencia.

El valor de salvamento en los seres humanos es inmensamente grande, sobre todo tratándose de gente importante, no sucede igual con un bien mueble o inmueble que después de los años queda inservible, pasa a convertirse en pieza de museo o al "Cuarto de San Alejo".

Por el contrario, continúan siendo útiles por varios años con su asesoría, si es que no al menos por su memoria histórica y su condición humana.

La historia se repite, tanto que muchas de las cosas que se anuncian para  hacer en este gobierno ya se hicieron en años atrás, tal es el caso de la Reforma Agraria, un nuevo organismo de Mercadeo Agropecuario, y otros proyectos que requieren de experiencia para no ir a cometer los mismos errores cuando se retomen.

Entre tanto, y a pesar todo, la condición biológica y la ley de la naturaleza serán inexorables y aplica para todos ahora y siempre sean jóvenes o viejos.
* Exgobernador del Tolima.