Opinión

Las elecciones, una realidad escueta

Las elecciones, una  realidad escueta

Razón tuvo nuestro celebre paisano Darío Echandía, cuando afirmó que en política la verdad  no se sabe sino al día siguiente a las elecciones.

Transcurrido este tiempo prudencial, y antes de hacer un examen inicial de lo ocurrido, debemos destacar varias cosas.
La abstención de más del 55 por ciento de los electores, conforme a los últimos resultados oficiales, demuestra que en Colombia, pese a la propaganda, la bulla ostentosa, los ríos de dinero,  prebendas, dadivas, injerencia de contratistas del Estado y empleados oficiales, más de la mitad de los  compatriotas, está en rebeldía, en franca deserción política, en rechazo del tema electoral.

Pero a todo lo anterior, se suman otros factores definitivos: el creciente desprestigio del Congreso que se iba a elegir, la corrupción consentida, la crisis de los  partidos y la obsesión presidencialista, con esa mezcla insólita de  la soberana a elección del  congreso, del  poder legislativo, con el bazar de los idiotas de las  oportunistas consumas a, coaliciones de grupúsculos  politiqueros, y la crisis definitiva del sistema de circunscripción nacional para elegir el senado. No es  solamente, todo  lo anterior, exacto. Es también  la nutrida radiografía del desprestigio de la institución, que se iba a elegir, el Congreso y un rechazo al  cursi  bazar de los idiotas de esas consultas  casi rodas de condiciones oportunistas  en búsqueda de dinero de reposición y de pasarela inmerecida en todos los medios de comunicación y, todo por cuenta del bolsillo de los  colombianos. La multiplicidad de formularios confundió más a los  electores comunes que se acercaron las urnas.

Si lo anterior ni es preocupante, a esto se le suma, que el Pacto Histórico, a través de su candidato Gustavo Petro ha cuestionado la  transparencia de los resultados en centenares de mesas de votación, la cuestión se torna demasiado grave. En las elecciones "como en las licitaciones son los perdedores quienes suelen ser los que  reclaman, pero que hoy lo haga el indiscutible ganador de la jornada y que lo haga con cifras y énfasis rotundo, esto empaña, sin duda, los  resultados del domingo.

Dicho esto, se mostró tanto la fortaleza inconforme del Pacto Histórico como la sobrevivencia de las fábricas de avales de los partidos Conservador, el partido Liberal, el mantenimiento del partido Verde, el Mira y del Centro Democrático, pese a la pérdida de la mitad de los representantes   a la Cámara y de 5 Senadores.

La dialéctica del miedo a Petro, y la intención de hacerle una gavilla del Equipo Colombia, algunos restos de la Coalición de la Esperanza, y la crisis profunda del Centro Democrático, para la primera vuelta. Una colcha de retazos, contra la evidente posibilidad de un cambio a la izquierda en Colombia, como el de Chile. Pero el anhelado  frente antiPetro ya logró su primer resultado: la airada renuncia de Zuluaga, el más capaz de los demás candidatos de la derecha. 

Esa renuncia se veía venir,  pues todo el Centro Democrático ya había votado por Fico, la  tapada de Uribe en la consulta; luego  Fico nada suma pues ya tenía en su saco los  votos del uribismo, y el apoyo de Duque.

Que harán para sumar al arrogante Rodolfo Hernández, a la inmanejable Ingrid Betancur, al díscolo Murillo, y al terco y desafiante Fajardo.

No la tienen fácil  los antipetetristas para unir egos e intereses tan distintos.
 
El desastre del mal llamado Nuevo liberalismo es capítulo aparte. Les regalaron a  los hijos del sacrificado Galán, sin fundamento jurídico, una personería, publicidad, dinero, apoyo de prensa, radio y tv, pero el  electorado mayoritario, libre e independiente, les dio  un  rechazo frontal a estos vividores del Estado, que no quiso regresar a un  pasado que mejor quieren olvidar definitivamente.

Cambio Radical, perdió curules. Igual la U. Gaviria con su sindicato de oscuros caciques y su fábrica de avales, saco 15 senadores,  pero se prevé que pasara de Castaño a oscuro. Se prevé que perderá 2 en la Corte. Se ve la sombra de la silla vacía.

Todo entonces está por verse

En lo  regional, es claro el panorama  ‘Oscar Barreto es el amplio y rotundo ganador. Su triunfo es evidente. Pero el sueño de 150.000 votos quedo en 90.000. Y, hay más de 25 senadores con más votos que Barreto en   el resultado de todos los partidos al Senado Un resultado con maquinaria y dinero con 3  representantes y 1 senador.  

Miguel Barreto, salvo su curul con votos de fuera del Tolima. Dos gratas sorpresas: Carlos Edward Osorio, en el Centro Democrático, y la profesora Alonso en el Pacto Histórico.

También es necesario reconocer que el partido conservador, bajo la batuta del veterano Omar Yepes, socio del gobierno, mantuvo una considerable  cantidad de congresistas en ambas Cámaras.

Los grandes perdedores Jaime Yepes, Ricardo Ferro, un buen congresista, que confió en el voto de opinión,  Mauricio Jaramillo, Emilio Martínez, Carlos García, Camilo Delgado, Guillermo Pérez que se asomó, pero los electores le escondieron el queso.

Gentil Gómez solo, hizo una gran elección, tiene futuro. A Olga Beatriz, luchadora la salvaron los votos petristas, que al  votar por ella sacaron del juego a Nora Ramírez, y a la sobrina de Emilio.

La vida sigue y se  darán más sorpresas, alianzas, enfrentamientos en lo regional. Todo está por verse en el futuro. Faltan las elecciones presidenciales que, según sus resultados, pueden cambiar todo lo que hay hasta el momento.

Artículos Relacionados

Noticias Recientes