Por John César Morales - Administrador de Empresas-Comunicador Social

Ernesto Macías le mostró al país muy bien, como funciona eso de las jugaditas en la política, de la mano justamente del secretario general del Senado, Gregorio Eljach, cuando sonrientes y con micrófono abierto celebraron su último acto como Presidente del Senado, bloqueando a la oposición.

Como la política es dinámica dicen algunos malabaristas, esta semana el mismo Gregorio Eljach, protagonizó la jugadita del año, al ser ternado por el Presidente Petro, como su candidato a la Procuraduría General de la Nación. Esta “jugadita” no le gustó para nada al exsenador Macías, ni al estamento político nacional, quienes ven con mejores ojos a los otros dos candidatos Luis Felipe Henao y Germán Varón Cotrino.

Henao y Varón Cotrino son viejos conocidos de la política nacional, como quiera que han sido ministros, congresistas, pero sobre todo hábiles funcionarios capaces de nadar tanto en aguas profundas como pandas, exhibiendo una cara de independencia, aunque todos saben de sus cercanías al vargasllerismo, que desde la trastienda mueve los hilos para hacerse con el codiciado premio del Ministerio Público.

Volvamos a Gregorio Eljach, el ahora ternado, pero eterno secretario general del Senado, fue elegido para su actual cargo con el favor casi unánime de los senadores en pleno, quienes lo ven como un aliado, capaz de responder a sus requerimientos y apetitos administrativos al interior del recinto legislativo. En su momento, la prensa presentó a Eljach como el más idóneo, avezado y competente funcionario y promovió abiertamente su reelección como secretario.

Pero como la política sigue siendo dinámica, ahora esa misma prensa, se ha ido lanza en ristre contra el otrora supremo candidato y han satanizado a Eljach, haciéndolo ver como un alfil del petrismo.  Al Presidente Gustavo Petro, quien ha demostrado en muchas actuaciones, sobre todo en temas de nombramientos y designaciones, una laxitud inentendible, ante la evidente proximidad de un Procurador cercano a la casa Vargas Lleras, no le quedó más remedio que ternar a alguien que por lo menos en su elección, justamente en el pleno del Senado, provocara un cisma: divide y vencerás.

En política el aliado hoy, puede ser el enemigo mañana y viceversa. No es la política la que es dinámica, sino los intereses de los políticos y Gregorio Eljach es fiel muestra de eso, de ser un funcionario popular y “encajable” ha pasado a ser un inhábil, incompetente y poco calificado aspirante para ser elegido, una ficha sin apoyo electorero y hasta algunos lo han querido hacer ver como un progresista disfrazado.

En esta elección de Procurador no quedó campo para un ternado de los sectores independientes, con recorrido, títulos, logros y hoja de vida de alto nivel, y tristemente y como casi siempre, tocará elegir entre el menos peor. Eljach cuenta con las simpatías de los senadores que ven en él a un funcionario veleidoso y maleable, ajustable a sus intereses, y probablemente será electo. Vargas Lleras y el estamento político tradicional ahora ven a Eljach, el otrora aliado, como un descastado político, la política es dinámica mi hermano.

De ganar Eljach, no será un triunfo del Presidente Petro, todo lo contrario será una gran derrota, pues la Procuraduría que es el órgano que investiga y sanciona el actuar de los funcionarios públicos, quedaría en manos de un procurador incapaz de ser independiente, profundamente cercano a los senadores que en un eventual caso lo elijan, y asistiríamos cuatro años a una gestión endeble, raquítica pero sobre todo “excesivamente diplomática”.

De ganar uno de los otros dos ternados (Henao o Varón Cotrino), se presume una continuidad de una Procuraduría sectaria, proclive a ciertos sectores políticos, miope frente a ciertas investigaciones, caleidoscópica, como la que hemos observado desde los tiempos de Ordoñez.