Por: Edgardo Ramírez  

Son muchas las definiciones y características a este modo de conducir la vida de los humanos, que han dado sociólogos, filósofos y analistas de las costumbres de los individuos en sus expresiones artísticas, literarias y musicales.
El Tolimense “le canta al alma de su raza con la voz de su cantar“, como lo expresó en la letra de El Bunde Tolimense el maestro Nicanor Velásquez Ortiz que creó la letra de esa inmensa obra musical en una esquina de la plaza de Bolívar de la ciudad de  El Espinal, para que el maestro Alberto Castilla la convirtiera en el himno musical del Tolima y situara en el pentagrama de ensueño de los corazones de los colombianos a Ibagué, como la ciudad musical de Colombia.
Independientemente de los varios  expresidentes que le han dado lustre al Tolima, son muchos los personajes famosos en la oratoria, música, pintura, escultura y arte autóctono en la elaboración de chinchorros y atarrayas que vuelan bajo la luz de la luna imperiosamente empujada por el sol, en el majestuoso río Magdalena que recorre rumoroso los plantíos de limonares, platanales y caracolíes en los claros del monte con lumbre de aserrío.
Los personajes de mitos y leyendas son objeto de libros y tradiciones de la historia de nuestros pueblos. Los compositores de música son incontables y han remontado los mojones del terruño grande para ser conocidos en importantes lugares del exterior en el arte la literatura, pintura  y la música, como Milciades Garavito, Leonor Buenaventura, Alberto Castilla, Cantalicio Rojas, Diego Fallon, Emiliano Lucena, Alberto Santofimio Botero, Gentil Montaña, Álvaro Villaba, Rodrigo Silva, Germán Pardo Garcia, Garzon y Collazos, Los inolvidables, y otros destacados compositores.
Los escritores tolimenses han sido de reconocimiento mundial en un centenar, merecen destacarse Juan Lozano y Lozano, Arturo Camacho Ramírez, Manuel Antonio Bonilla, Carlos Carlos Fallón Borda, Germán Santamaría, Alvaro Cuartas, Carlos Orlando Pardo, Jorge Eliécer Pardo, William Ospina y Alberto Santofimio. Pintores como Dario Ortiz Robledo, Jorge Elias Triana Julio Fajardo, Fernando Devis, y otros que se me largan de cuenta, pero han sido recogidos por la paciente labor de Carlos Orlando Pardo y Jorge  Eliecer Pardo en colecciones de poesía, novela, cuento y demás géneros literarios.
Ha sido de gran importancia cultural para el Tolima la editorial Pijao Editores, que ha publicado más de 800 títulos de distintas obras, lo que ha permitido un amplio sentido de amor hacia las artes y la literatura.
Medios de comunicación como el centenario El Cronista dirigido hoy por el veterano periodista Humberto Leyton, El Nuevo Día, Alerta Tolima y El Olfato, que han contribuido a la difusión de la cultura en el Tolima.
Todos esas almas excelsas de distintas expresiones culturales ya no se pertenecerse a sí mismos, porque han entrado a formar parte de la memoria colectiva y del patrimonio cultural de nuestra nación.
El Tolima la cultura no ha sido un instrumento concebido a conciencia para crear diferencias de clases. Al contrario, al son de bambucos, torbellinos y raja leñas, se han formado jóvenes bachilleres con énfasis en la música en el Conservatorio de Música del Tolima, institución cultural que fomenta la alegría, la solidaridad y la concordia que son las mejores expresiones para ser felices.