Por: Jaime Eduardo Reyes

A pocos días de terminar el 2016, quiero referirme en esta columna al tema que a mi juicio es el más importante de este año, la búsqueda de la paz a través de un gran acuerdo. Éste, que empezó siendo un pacto entre el gobierno de Santos y las Farc y que terminó como un convenio en el que participaron muchos sectores sociales y religiosos, para mí, es el personaje del año 2016.

Todos los colombianos, desde sus principios, buscaron la paz. Esto la hace legítima, y aun más cuando los distintos actores y poderes de nuestra democracia republica actuaron.

La búsqueda de la paz fue protagonista de primer orden durante este año, no solamente por que la opinión publica se ocupó de ella durante todos los doce meses, sino porque además despertó en los ciudadanos el deseo de terminar el conflicto armado interno.

Mucho se habló de la paz, era tema de todos los días, en la radio, en la calle, en la prensa escrita. Para definirla y cómo lograrla vale la pena recordar a un gran economista, periodista y político, Juan Mario Laserna.

En el municipio de Planadas al sur del Tolima, un día antes de su fallecimiento  en una entrevista concedida a las cámaras de la Gobernación del Tolima durante la feria de cafés especiales él afirmaba que La paz no era sólo firmar un acuerdo (como ocurriría meses después), sino que es todo un proceso de desarrollo para acercarse a la comunidad, que se construye con progreso, con carreteras, con trabajo. Así pues, la paz son obras y no intenciones.

La búsqueda de la paz concretó un nuevo plebiscito para Colombia, que mostró un país polarizado entorno al primer acuerdo firmado, el cual tuvo una alta participación ciudadana y el cual dejó varias enseñanzas. Finalmente, el Consejo de Estado dijo que hubo “engaño generalizado” en la campaña del No en el plebiscito.

El No al acuerdo en el Plebiscito conllevó a un gran acuerdo por la paz, y aunque algunos sectores políticos prefirieron no participar de este, finalmente se logró un acuerdo final mejorado, que incluyó y aclaró varios temas que preocupaban a muchos ciudadanos, que dio inicio a una nueva era política en Colombia. La guerra de las Farc gracias a este acuerdo será cosa del pasado, una época de horror que no se deberá repetir.

El acuerdo de Paz también le dio a Colombia un nuevo premio Nobel en cabeza del presidente Juan Manuel Santos. Muchos lo entendimos como un aliento de la comunidad internacional a toda una nación para comprender lo absurdo que era mantener vigente un conflicto en Colombia.

Esta ultima semana de 2016, el Congreso aprobó la amnistía e indulto a las Farc, agentes de estado y terceros civiles que participaron de la guerra o en delitos conexos, incluso de quienes ya están condenados, pero no a quienes hayan cometido crímenes de guerra, genocidio o crímenes de lesa humanidad. Esta ley es el primer paso en la implementación del acuerdo nacional por la paz.

Tan poderoso es este tema que en el año por venir seguirá estando en los primeros lugares del interés nacional.

Coletilla: Les deseo a todos un feliz y prospero 2017, que sus sueños se hagan realidad bajo la protección de Dios, que Él llene de bendiciones a sus familias.