Opinión

La amistad

La amistad

La Real Academia Española define la amistad como el afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato. Esta descripción es primaria, sin embargo el trasfondo de esas palabras evidencia que es una experiencia determinante en el ser humano que lo ayuda a reconocerse y a construirse paulatinamente. Hoy en día muchas personas no creen en la amistad y se rehúsan a ella, sin saber lo perjudicial que es estar desconectado relacionalmente hablando del otro.

 

En este mes precisamente se escucha hablar de la celebración del amor y la amistad, sin embargo el sistema que nos vende el consumismo diluye realmente el significado del mismo, como sucede en todas las celebraciones del año, el cual quiero rescatar en esta columna pensando en mis amigos y amigas, las cuales hemos compartido a través de los años en el maravilloso camino de la existencia, disfrutando espacios a nivel personal, académico, laboral, deportivo, social y les agradezco por sus aportes a mi vida.

 

En el lenguaje cotidiano se dice que un amigo es la familia que uno escoge y realmente es de esa manera, puesto que en el mundo de relaciones es inmenso y dentro de esa multitud se empieza a conocer un ser diferente en lo físico y otros aspectos de la vida pero con intereses similares que facilitan una relación de amistad estable y duradera.

 

Un amigo ayuda a estabilizar el alma, revitalizar el espíritu, desahogar las tristezas, compartir los triunfos y desiertos en cada una de las etapas de la vida. En la infancia sirve para poder ejercitar la capacidad de resolver los conflictos, aceptar diferencias y establecer las habilidades sociales. En la adolescencia permite la autodeterminación, la complicidad y a disminuir las ansiedades propias del estadio. En la adultez facilita el equilibrio psicológico de las tensiones de la cotidianidad y un matiz para el rompimiento de la rutina.

 

Recuerdo una conversación con mi abuelo terminada la tarde de un día de Diciembre donde me decía  que es mejor tener un amigo que dinero y estoy convencido de esa expresión en su totalidad, la cual orientó mi quehacer en ese aspecto.  Durante mi vida he disfrutado en cada uno de los momentos de un buen amigo y le doy gracias a Dios por permitirme contar con ellos a pesar del transcurrir de los años.

 

Los invito en este mes o en cualquier otro a restablecer los lazos de amistad en todo momento con una llamada, visita, mensaje o invitación y sobre todo a expresar, como pasa en toda relación, los sentimientos que emergen hacia ellos, reconociendo lo valiosos que son en nuestras vidas y teniendo en cuenta la reciprocidad, sinceridad, lealtad, los cuales deben permear constantemente la relación. Espero que esta sea una oportunidad de promocionar la amistad y volver a lo básico del ser humano que es trascendental para vivir y un amigo contribuye notablemente a este propósito. Finalizo con una frase de la escritora Franco norte americana Anais Nin “Cada amigo representa un mundo dentro de nosotros, que tal vez no habría nacido si no lo hubiéramos conocido”.

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