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Opinión

¡Es nuestro momento!

¡Es nuestro momento!

Es necesario entonces para esto, generar dinámicas sociales, ambientales y políticas que nos ayuden a lograr estos objetivos. Sociales; generando oportunidades desde el saber; llamamos saber, a todo lo que genere formación libre, crítica y de calidad. 

Es imperioso que nosotros los jóvenes nos formemos no solo para tener un diploma colgado en una pared, sino para adquirir capacidades que nos brinden la posibilidad de transformar, liderar y gobernar nuestros territorios. 

Es por eso que proyectos como la Jornada única y la universidad pública y gratuita son de vital importancia para nuestra ciudad. 

Con ello lograremos, entre otros, mitigar uno de los principales problemas de nuestro municipio, el flagelo de las drogas, considerando que el consumo de sustancias psicoactivas y sus problemáticas relacionadas no son un tema que se deba solucionar solamente con represión policial; sino que se deben crear oportunidades de empleo, formación y recreación para atacar el problema desde la dimensión de la inclusión social.

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De igual manera, se debe modificar la forma en la que hace décadas se toman las decisiones políticas en Ibagué y el Tolima, donde las casas políticas -ya mandadas a recoger- no permiten desarrollar nuevas maneras de gobernanza. 

Hoy en día todo lo que no esté alineado, es exterminado políticamente. Hacemos un llamado respetuoso desde esta orilla a todo joven que quiera liderar nuevos espacios sin sectarismos políticos, a que lo haga. 

Hoy más que nunca tenemos el deber de apartarnos de esas maneras anacrónicas de pensamiento y luchar por las nuevas formas de liderar, alejados del clientelismo, de la corrupción y de los cacicazgos. ¡No podemos seguir vendiendo nuestra oportunidad de incidir!

En lo ambiental nos queda mucho por hacer; si bien hemos dado la lucha por defender el territorio de la minería contaminante, seguimos con la amenaza del fracking, la cual debemos afrontar con valentía y sin temor a nada. Nuestro territorio no se debe vender ni por un gramo de oro ni por un barril de petróleo.

Que no se nos olvide que somos la generación del cuidado del ambiente, de la paz, de la alegría, del entendimiento y de la democracia. Está en nuestras manos el marcar la historia de nuestros territorios o quedarnos en las páginas del olvido. 

Juan Diego Angarita Ospina

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