Es natural y comprensible que a una buena parte de los colombianos no les guste el modelo Petro, pero pasar del ‘fuera Petro’ a generar odios exacerbados, que  ponen el país en el límite de acrecentar la violencia política, produce una estela de desazón que ahonda en la desesperanza.

Por ello, resulta delicado y al mismo tiempo doloroso para el país, lo que el director del DPS, Gustavo Bolívar citó este martes en su cuenta X, al hacer referencia a la denuncia de la Revista Raya que informó sobre el atentado del que iba a ser víctima el presidente Petro el pasado 20 de julio.

Bolívar subraya el mensaje que, en la también cuenta X, publicó la usuaria ‘philarika’ quien se presenta como una arquitecta de profesión, amante de las artes, uribista 100%, en el mensaje a la información de la Revista Raya, esta usuaria comenta que “Lo único que realmente lamentamos es que esa mentira no haya sido una realidad, hoy seríamos un mejor país sin ese guerrillero drogadicto presidente ojalá la próxima amenaza sea cierta y de ser cierta quien lo ejecute no se equivoque, hasta yo me regalo para hacerlo, les aseguro que no fallo”. Sin palabras. Intolerancia en mayúsculas.

La brutalidad de la extrema derecha en tres pasos:
1-Revista Raya habla del frustrado atentado al Pte Petro el 20 de Julio.
2- La señora Pilar Escobar lamenta que el atentado no se haya llevado a cabo y pide que en un futuro atentado el sicario no se equivoque. Hasta se ofrece… pic.twitter.com/GzDWwHdAAH

— Gustavo Bolívar (@GustavoBolivar) August 20, 2024

¿De dónde surge, entonces, tanta mezquindad e intolerancia, cuando se trata de un mandato refrendado en las urnas?.

Ante esto, vale decir que la cultura de la tolerancia debe imperar, máxime cuando han transcurrido dos años del periodo del gobierno Petro y Colombia no se ha vuelto como Venezuela, tal como algunos repitieron una y mil veces, tampoco los inversionistas se esfumaron, todo lo contrario, sectores de la economía que antes no crecían, hoy lo hacen de manera consistente, caso palpable el del turismo que ha alcanzado un crecimiento, ese sí, histórico.

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Lo que se está demostrando es que el país no se descarriló como lo anunciaban quienes le apostaban y aún le apuestan a que el gobierno Petro no acierte en su esfuerzo de cambiar muchas cosas que se deben cambiar. Lo cierto, y pese a un ambiente complejo, externo e interno, hay resultados que dan tranquilidad al país.  La economía tuvo un crecimiento de 2,1% en el segundo trimestre de 2024, y qué decir de la inflación que se mantiene con tendencia a la baja, de igual manera, el Dane en días recientes confirmó que en 2023, 1,6 millones de personas salieron de la pobreza monetaria. Y hay más logros.

Basta citar sólo dos hechos recientes donde queda probado que Colombia no es el país del apocalipsis como los medios tradicionales se empecinan en hacerlo ver. El acompañamiento del Presidente del Grupo Éxito en el Chocó dentro de una alianza con el Gobierno Nacional para apoyar a los campesinos de esa región, y la visita de los Duques de Sussex, se convierten en catalizadores de optimismo.

Desde luego, sobre la visita de estas celebridades no faltarán los peros, dirán que la plata que se invirtió en esa invitación debió utilizarse para atender a los niños de La Guajira, lo cierto es que el duque Harry y la duquesa Meghan, invitados por la vicepresidenta Francia Márquez, vinieron, conocieron y se fueron maravillados con el país de la belleza, ese es un impacto positivo para la imagen del país que, seguramente repercutirá en mayor estímulo al turismo.

Todo lo anterior, sin pasar por alto la mentira que se tejió alrededor de que el Gobierno iba a expropiar los ahorros de los colombianos con la propuesta de inversiones forzosas. La falacia fue desmentida incluso por personas ajenas al Ejecutivo como el exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo. O la más reciente falsedad, relacionada con que se va a aumentar el impuesto del 4X1000.

Por supuesto, que el gobierno Petro ha cometido errores, pero nunca los ha pasado de agache, en un país acostumbrado a que los gobernantes tienen la tendencia de eludir las responsabilidades, el presidente Petro los ha reconocido y asumido en toda su magnitud, tal como ocurrió con el caso de corrupción de la UNGRD.

Por: Henry Rengifo Hernández