[LetraCapital Letra="T"]odas las elecciones son diferentes, lo escuché decir al dirigente conservador, exsenador y exministro Guillermo Angulo Gómez, y a fe que tenía razón.

La opinión es cambiante, los hechos lo mismo, la política es dinámica y los movimientos sociales no permanecen estáticos. Lo mismo ocurre con los intereses que se mueven en cada proceso electoral.

Por eso, no podemos afirmar que las elecciones del próximo 30 de octubre que se realizará en Ibagué, son iguales o que tienen estrecha relación con las del pasado plebiscito por la paz. Ambas jornadas tienen sus profundas diferencias; mientras la consulta a la ciudadanía sobre el derecho fundamental a consumir agua sin contaminación, apta para los seres humanos nos une a todos, las del 2 de octubre pasado nos dividió tal y como quedó demostrado en los resultados que polarizan a las minorías que participaron en este evento, porque el gran ganador fue la abstención.

La consulta popular por el derecho al agua tiene ingredientes que concitan los intereses de todos los ibaguereños sin distingos de ideologías, partidos y movimientos  políticos, credos religiosos, diferencias o estratificación social. Nos une una causa común, justa y verdadera que es propender porque nosotros y las futuras generaciones consuman un líquido puro, sin substancias químicas como el cianuro proveniente de la gran minería que contaminará afluentes como el río Coello, que será la fuente única de abastecimiento del acueducto complementario de la capital del Tolima.

En la campaña que se viene desarrollando por barrios, comunas, veredas, inspecciones y corregimientos de Ibagué, a favor del No en la consulta popular contra la megaminería a cielo abierto, han participado todas las corrientes políticas. Acordémonos que precisamente la consulta popular la salvó el voto de la concejal del Centro Democrático Jasbleidy Morales y que recientemente se sumaron los concejales: Harold Lopera del Mira y Martha Ruiz de la U, para aumentar el número a 12 que están a favor del No en la consulta popular. (Ver: Arranca última etapa de la consulta popular por el agua en Ibagué)

Lo de resaltar en esta campaña, es que el peso de la campaña, no está en manos de los dirigentes políticos sino de la propia comunidad, ambientalistas, movimientos y estamentos sociales, fuerzas cívicas de distinta índole que se han apropiado de este sentimiento general. Son ellos los verdaderos protagonistas.

No entendemos por qué, un excalde en bancarrota política, que participó en la pasada campaña electoral, donde uno de los puntos de su programa era oponerse a la megamineria y a favor de la consulta, ahora resulte promocionando la abstención, supuestamente porque el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo, está utilizando políticamente este evento para fortalecerse, olvidando olímpicamente, que el principal punto del programa de gobierno del actual alcalde es ese, el agua, la consulta popular que dijo que la convocaría en su mandato y eso es lo que está haciendo, eso es lo que está cumpliendo. No sabía que cumplir una promesa de campaña era un estigma.

Claro que participar en la consulta popular es una acción política, porque se están defendiendo los interés de toda la ciudadanía a tener buena salud, a consumir agua potable, a tener un mejor futuro para las nuevas generaciones. Se lucha por defender la vida, en contra de las transnacionales del oro que vienen a llevarse la riqueza y a dejar miseria, prostitución, inseguridad, y lo peor, a acabar con los recursos naturales como el agua, la flora y la fauna.

De tal manera que estos esguinces de excaldes y politiqueros en apuros de asegurar contratos y financiación de futuras campañas con Anglo Gold Ashanti, es una cortina de humo para distraer o cazar incautos en una causa que nos pertenece a todos.

Ojalá los partidos, sobre todo los tradicionales, su dirigencia se sumará decididamente al No. La verdad, los únicos que ha mostrado compromiso con esta campaña, que militan en estas colectividades son entre otros, el presidente del concejo de Ibagué, Camilo Delgado, el dirigente César Picón del liberalismo, el secretario del directorio municipal de ese partido Andrés Felipe García y pare de contar. Marco Emilio Hincapié, es caso aparte, de origen liberal, más inclinado a las vertientes de izquierda de ese partido, ha mantenido una actitud consecuente y de trabajo práctico en este proceso desde hace mucho tiempo y no es ningún aparecido.

Pero nos alegra sobremanera, saber que desde la derecha, como el Centro Democrático y el partido conservador, hay respaldo y apoyo a esta cusa por parte de sectores económicos, especialmente el agrario, que saben que el agua es fundamental en los cultivos y en la vida. Con agua podemos preparar un buen sancocho, mientras con el oro no.

Entonces, la consulta por el agua del próximo domingo 30 de octubre, en lugar de dividirnos nos une, en aspectos fundamentales y, por eso, podemos decir que la pasada elección del plebiscito, no tiene comparación con las elecciones a favor del agua, de la vida y  contra la megaminería.

Como lo dijera Álvaro Gómez Hurtado, lo del agua, es un “acuerdo sobre lo fundamental” que es la vida, ya el lunes 31 de octubre, cada cual regresará a su trinchera política e ideológica a defender sus principios. Aquí no se están jugando curules en las corporaciones públicas ni puestos en la burocracia.