Opinión

El adiós a los paseos de olla

El adiós a los paseos de olla

Por Óscar de la Viña Pardo


El paseo de olla es unión familiar y se realiza la mayoría de las veces al lado de un río donde sus integrantes pueden compartir no solo de la hechura de ese sancocho sino el disfrutar de esas aguas que rememora cuando ahora padres o abuelos fueron niños. Es un lugar mágico que quieren conservar en la memoria de sus descendientes.

Se acercan fechas trascendentales para los colombianos como son la Navidad y el Año Nuevo, 25 de diciembre y primero de enero son días en donde no le cabe un alma a los ríos, y no importa si los fogones con otras familias quedan pegados, se trata de compartir con los suyos y muchas veces integrarse con los otros, al fin y al cabo es un paseo de olla, donde el amor fraternal, en especial, es el ingrediente principal.

Pero el invierno este año debe hacernos reflexionar y buscar alternativas diferentes, porque el palo no esta para cucharas. De Acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en el 2020 se registraron 689 ahogamientos, 0,34% de todas las muertes, y aunque no definen cuántas fueron por paseos de olla, es relevante que como familia se busquen otras alternativas.

Algunos dirán que soy un aguafiestas por todo lo que significa el paseo de olla, una actividad que hace parte de nuestra identidad nacional, pero los aguaceros que se avecinan de acuerdo con el IDEAM me dan la razón. A pensar desde ahora en qué nos inventamos para esos días que permitan reforzar en las familias esa unión.  Y sí van a piscina, mucho ojo con los niños, para historias trágicas, otro día.

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