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Opinión

Antropología filosófica. El sentido de la existencia. La respuesta de Víktor Frankl

Antropología filosófica. El sentido de la existencia. La respuesta de Víktor Frankl

Por Juan Bautista Pasten G.


La Antropología Filosófica, es una de las disciplinas más contemporáneas al interior de este pensamiento, si bien su origen, cuestionamientos, reflexiones y temáticas, ya podemos observarlos en eximios pensadores de la antigua Grecia (Pitágoras, Sócrates, Platón y Aristóteles).

Por lo pronto, la Antropología, tanto física como cultural, investiga el origen, las raíces primigenias del ser humano. La Antropología Filosófica añade a lo anterior, el desarrollo, el derrotero y la finalidad y objetivos de la humanidad. Es aquí donde nacen interrogantes cruciales, tales como: a) quiénes somos los seres humanos’, ¿de dónde provenimos los seres humanos?, ¿hacia dónde vamos los seres humanos?

En definitiva, son preguntas que apuntan al Sentido de la Existencia humana, ya sea en lo personal y en lo genérico. Por cierto, no es una tarea simple responder ni las interrogantes como tampoco la dirección que otorgamos a la Vida.

En esta oportunidad, comentaremos la teoría y el accionar que propone el científico y pensador austríaco Víktor Frankl. Lo primero, por supuesto, es indicar quién fue este importante analista de la existencia humana.

Viktor E. Frankl (1905 – 1997), fue un  psiquiatra austríaco de origen judío, superviviente de los campos de exterminio de Auschwitz y Dachau durante la Segunda Guerra Mundial. Frankl puso especial énfasis en la posibilidad de los seres humanos de asumir la capacidad de decisión ante circunstancias difíciles, peligrosas y complicadas provenientes de nuestro entorno y, por tanto, externas y ajenas a nosotros, las cuales pueden anular y/o disminuir – en gran medida - nuestra libertad de elección sobre nuestro comportamiento.

¿Qué podemos hacer ante tan dramática realidad?

  Frankl, en su gran obra, “La Logoterapia”, afirma que la primera y más importante fuerza motivadora del hombre, es la lucha por encontrar sentido a su propia vida, a su propia existencia. En este libro, Viktor Frankl se devela como un gran humanista, ya que emite un mensaje de profunda esperanza, donde eleva la capacidad humana para superar los miedos, las angustias, las ansiedades y los dramas, mediante el descubrimiento de su propia verdad, que no es otra que develar el motivo, el sentido de su propia vida.

Ahora bien, a los seres humanos no solo nos preocupa conocer la realidad, averiguar en qué consiste, cómo nos insertamos en ella y otras preguntas afines, sino que también nos interesa alcanzar y tener una respuesta al por qué y para qué vivimos.

En efecto, Los seres humanos nos planteamos cuestiones fundamentales, como las siguientes: ¿Qué hago aquí? ¿Qué sentido tiene mi vida? ¿Qué importancia tienen las cosas y las relaciones, si todo acaba con la muerte? ¿Qué sentido tiene la vida de cara al sufrimiento? Son interrogantes que ameritan reflexión y búsqueda de pistas para la comprensión del sentido de nuestras vidas. No pocas veces la pregunta por el sentido proviene de crisis personales o sociales. Está asociada a situaciones de dolor, de incomprensión, o precisamente de falta de sentido.

 Al respecto, el escritor y pensador español Miguel de Unamuno, señala en su texto “Del sentimiento trágico de la vida”: “Aunque lo creamos por autoridad, no sabemos tener corazón, estómago o pulmones mientras no nos duelen, oprimen o angustian. Es el dolor físico o la molestia, lo que nos revela la existencia de nuestras propias entrañas. Así ocurre, también, con el dolor espiritual, con la angustia, pues no nos damos cuenta de tener alma hasta que ésta nos duele”. Sin duda, es una potente descripción y examen de nosotros mismos.

De modo consiguiente, V. Frankl, en su libro “El hombre en busca de sentido”, plantea lo siguiente: “Toda persona tiene una vocación o misión específica en la vida. Toda persona debe llevar a cabo un designio concreto que exige su cumplimiento. Por ello, es irremplazable y su vida irrepetible. Entonces, la tarea de cada persona es única, así como la oportunidad específica de realizarla”.

En consecuencia, es tarea de cada cual darle sentido trascendente a su existencia, esto es posible cuando hacemos uso adecuado de la Voluntad. Así, estaremos en condiciones de construir efectivamente nuestro ser en el mundo, independientemente de la diversidad de dificultades y problemáticas a que estamos expuestos en el mundo.

Para concretar, de buena manera, este Sentido de la Vida, Frankl establece la siguiente metodología o Logoterapia:

  1. La libertad de voluntad (antropología): explica que todo hombre es capaz de tomar sus propias decisiones, por lo que es libre de escoger su propio destino y no convertirse en una marioneta a merced del mismo, o del inconsciente colectivo.
  2. La voluntad de sentido (psicoterapia): expresa la ocupación y utilización de métodos psicológicos, cuya percepción del “componente exterior”, sea parte redimible y superable por la grandeza de sentido que demos a nuestro ser en el mundo.
  3.   El sentido de vida (filosofía): para la Logoterapia, es un factor incondicional que no debe perderse bajo ninguna circunstancia, aunque pueda resultar incomprensible para quienes nos rodean. El Sentido de la vida es encontrar un Propósito para la misma.

   Espero que este sucinto análisis de la teoría de Viktor Frankl, aporte herramientas mentales y emocionales que insten y motiven a dar el verdadero Sentido a nuestro quehacer en la realidad. Ese Sentido causal y motivador que cada cual tiene la capacidad para descubrirlo en lo más profundo de su ser y transformarse, además, en verdad esencial e irrenunciable.

Ciertamente, nuestro Sentido personal de Vida puede ser modelo y ejemplo positivo para muchas personas que están en situaciones aflictivas, dolorosas o nebulosas.

No hay nada en el mundo que capacite tanto a una persona para sobreponerse a las dificultades externas y a las limitaciones internas, como la consciencia de tener una tarea en la vida”. Viktor Frankl.

  • Docencia e investigación en filosofía

Universidad de Chile

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