Opinión
Ahora todo es visible
[LetraCapital Letra="A"]lgunos medios de comunicación están en la tarea de conseguir nuevos protagonistas del terror, aquellos que desde la crónica amarilla generan rating con sus titulares e imágenes fuertes que embelesan a cierta audiencia, la vislumbran a tal punto que solo importa el inventario de los muertos del día por accidentes de tránsito, suicidio, homicidio; tragedias sociales, pasionales o las bandas criminales que se adueñan de extensas zonas urbanas y rurales.
Ahora todo es más visible; desde el cese al fuego con el grupo de las Farc y la firma del acuerdo de paz, nuevas son las historias que requieren los periodistas para colmar a esas audiencias que siguen acostumbradas a mirar el país desde la cultura del terror, el miedo y no desde la esperanza.
Cuando el conflicto ha disminuido en la mayoría de municipios del país aparecen fenómenos de violencia que convivían con nosotros, pero no salían a la luz pública por cuenta de esos hechos que nos han marcado durante 54 años, la guerra interna.
El abandono de adultos mayores y familias; los feminicidios, los asesinos y violadores en serie, los maltratadores; pandillas y líneas invisibles en comunas y suicidios tienen hoy a los periodistas buscándolos para así cumplir con las cuotas de amarillismo que requieren algunos medios y seguir en los primeros lugares.
Está, en todos nosotros, en las familias, la tarea de encontrar en otros medios las noticias de ese país que seguirá siendo invisible porque no vende, hay que canalear, buscar alternativas locales, regionales y nacionales en primera instancia que nos ayuden a reforzar nuestro imaginario colectivo, lo que somos, gente buena, pujante, con sueños por cumplir, gente que quiere salir adelante a pesar de la no esperanza que es el pan de cada día.
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