En una carta dirigida a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), las desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) reconocieron su responsabilidad en el asesinato de seis líderes políticos, militares e intelectuales. 

El nombre que más revuelo creó, fue el de Álvaro Gómez Hurtado, dirigente del Partido Conservador, quien en 1995, cuando lo mataron, era recio opositor al gobierno de Ernesto Samper. Por décadas se especuló mucho sobre los responsables del homicidio, hasta que este 3 del 2020 de octubre las Farc lo asumieron. 

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En la lista también aparece el ibaguereño Jesús Antonio Bejarano, asesinado el 15 de septiembre de 1999. Fue un economista destacado a nivel nacional, así como historiador y sociólogo. En los gobiernos de César Gaviria y Virgilio Barco se desempeñó como consejero de paz. 
El crimen estuvo en la impunidad durante más de 20 años, pese a que, se tenían indicios que pudo ser por unas declaraciones que dio ante la Fiscalía, las cuales comprometían a altos mandos de las Fuerzas Armadas, que supuestamente planeaban un golpe de estado a Ernesto Samper. 

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Sobre este tema el diario El Espectador, en su edición del 2 de julio de 2014, "(...) Bejarano habría participado en varios encuentros para promover la renuncia de Samper e, incluso, le habrían propuesto formar parte del gabinete del gobierno que se creara ante su eventual salida. El expresidente de la SAC sostuvo al respecto que, aunque sí había participado en una reunión realizada en el hotel Casa Medina, en Bogotá, para hablar sobre la crisis política, no estaba de acuerdo con un golpe. “Mi respuesta fue que yo no compartía hechos de esa naturaleza. No tuve conocimiento directo de planes y menos de detalles sobre un golpe”, le indicó Bejarano a la Fiscalía", concluye la información.
Por el homicidio de Bejarano, el Estado fue condenado en dos oportunidades por la ineptitud para esclarecer la responsabilidad de este crimen.  

Ahora que las Farc, se atribuyen este hecho,  señalan que lo mataron frente a las instalaciones de la Universidad Nacional, donde era profesor. Cabe decir que también fue acérrimo crítico de la guerrilla en ese momento, porque a su parecer incumplían con lo acordado en los Diálogos del Caguán. 
No obstante, Bejarano fue considerado en diversos sectores, entre ellos por el expresidente César Gavia, como un luchar incansable por la paz.  

Además, las Farc aceptaron el asesinato de Hernando Pizarro, hermano del recordado Carlos Pizarro, quienes hicieron parte del M-19. A su vez, se hicieron responsables del homicidio de José Fedor Rey, alias "Javier Delgado", guerrillero disidente de las Farc, reconocido y temido por sanguinario: le apodaban "Monstruo de los Andes". 

Finalmente, figuran el general Fernando Landazábal Reyes, asesinado en 1998 y el representante a la Cámara, Pablo Emilio Marín, muerto en 1987. 
La carta de las Farc a la Jep la firmaron los desmovilizados Julián Gallo Cubillos, Pastor Alape y Pablo Catatumbo.