No pocos son los reclamos de los comerciantes del Líbano, al alcalde Jesús Antonio Giraldo, y a su equipo de gobierno. Tanto así, que propietarios de negocios diurnos y nocturnos, se unieron para exigirle a la Alcaldía garantías en la reactivación económica después de la crisis que ha causado la covid-19.  

El Cronista.co dialogó con uno de los empresarios del municipio, propietario de varios negocios, quien acusó a la Alcaldía de autoritarismo e improvisación. El comerciante pidió reserva de su nombre, por temor a posibles represalias. 

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"El primer punto que nos preocupa es el abuso policial. Aquí en el Líbano se le hizo creer a la Policía que en el sector nocturno somos bandidos, delincuentes. Además, que somos nosotros los que trajimos el covid-19, y que somos quienes lo propagamos en el pueblo. La Policía llega a cerrar establecimientos sin motivos, sin mostrar ningún decreto, por eso pedimos que no nos traten a las patadas", expone el empresario. 

Sin embargo, el comerciante no solo denuncia autoritarismo desde la Policía, sino también, de la Alcaldía, representada en la Secretaría de Salud. "No tienen ni idea del virus, ni de medidas de bioseguridad. Se demuestra que están pagando favores políticos, que le dieron cargos a gente sin conocimiento, sin experiencia. Por eso llegan a nosotros los comerciantes, no con asesorías, ni con ayudas, sino con amenazas", asevera. 

Por tanto, el empresario del gremio nocturno pide que la Gobernación del Tolima o el Gobierno Nacional envie profesionales calificados al Líbano, que capaciten a los funcionarios de la Secretaría de Salud, quienes, de acuerdo con su relato, demuestran que no tienen el conocimiento suficiente para dirigir el rumbo del municipio en un momento tan sensible para la economía.

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"Tengo amigos empresarios de Ibagué y me dicen que allá el trato que se les brinda es el indicado. Que son bien atendidos, que les explican sobre el virus, cómo se propaga, todo sobre las medidas de bioseguridad, y así desde luego las cosas marchan, porque hay entendimiento y buen trato, mientras que en el Líbano es todo lo contrario. Llegan a las patadas, amenazando que van a venir con policías a cerrarnos", se lamenta. 

Otro punto que expone el comerciante, es el miedo que percibe en sus colegas del Líbano, quienes al parecer por temor no son capaces de reclamarle al alcalde Giraldo, o a alguno de sus colaboradores. "Tienen miedo que por exigir y manifestarse, porque después les cierran sus negocios. Hay mucho miedo aquí. Hasta ahora como que nos estamos uniendo para dejar ese temor", asegura. 

Finalmente, los comerciantes del Líbano rechazan la improvisación que, según ellos, se ha visto en las decisiones tomadas por la Alcaldía. Afirman que los decretos carecen de planeación, y que, se ordenan toques de queda o restricciones sin bases jurídicas o sanitarias. 

"El alcalde está mal asesorado. Y además ahora no se baja de su camioneta, no mira a nadie, mientras que en campaña saludaba a todo el mundo. Ejemplo, la norma nacional permite trabajar hasta las 12:00 de la noche, y aquí nos mandan a cerrar a las 10:00. Y eso que por ellos quisieran guardarnos a las 7:00. Menos mal el Ministerio del Interior no ha dejado que nos encierren totalmente", sentencia.

Con base en la información que suministra el comerciante, las restricciones al gremio nocturno lo único que ha provocado, es que se disparen las fiestas clandestinas, que son caldo de cultivo para las aglomeraciones en residencias privadas. 

Este sábado los dueños de negocios diurnos y nocturnos, bloquearán el ingreso al Líbano, para que la Alcaldía atienda sus peticiones. Esperan reunirse directamente con el alcalde Jesús Antonio Giraldo, y así, sentar un precedente que les permita por fin reactivar la economía del municipio.