Columnistas
¿Se puede reconstruir el partido Liberal del Tolima?
Por: Humberto Leyton
Avizorar un futuro inmediato de la surte que correrá el partido Liberal del Tolima, es una tarea titánica hasta para magos y prestidigitadores de la política.
El otrora ‘glorioso Partido Liberal’ se encuentra por los suelos, sin nadie, aparentemente, que pueda levantarlo. Todos los arcanos están alineados en su contra, y todo parece que es más fácil que termine de morir que revivirlo.
Nadie con una mediana capacidad se sindéresis política, se atreve a marcar el destino de un movimiento en crisis profunda, creada desde hace muchos años y que ahora hace metástasis con la renuncia de su máximo dirigente, el exsenador Mauricio Jaramillo Martínez.
Este es el resultado de una serie de acontecimientos incubados en el seno del liberalismo que perdió su brújula política desde hace mucho tiempo, al renunciar a su ideología de avanzada y de vanguardia, que refundió su programa y plataforma de lucha en los cartabones de las apetencias personales, que olvidó a las masas deseosas de cambios y transformaciones económicas, políticas y sociales, y que se desconectó por completo de las realidades que vive el país y el departamento.
El problema actual de la división del partido Liberal no es de ideología ni de programas, es de puestos, contratos y canonjías que les pueda ofrecer el gobernante de turno a sus dirigentes. Los principios sobre los cuales se construyó el liberalismo, desde la “Revolución en Marcha” de Alfonso López Pumarejo, dejaron de existir y hoy no queda nada de ese partido libertario, luchador e impulsor de causas populares.
Hoy el liberalismo colombiano, y por ende del Tolima, es un fósil petrificado que sirve únicamente a los intereses individuales del expresidente Gaviria y de su hijo Simón, y al resto de nombres que lo usufructúan a nivel local y regional.
Hecho este preámbulo, y trasladándonos al caos que actualmente vive el partido Liberal del Tolima, tendríamos que decir, que es la manifestación palmaria de las luchas internas por el poder que libran sectores bien definidos: por un lado la Representante Olga Beatriz González, quien por su cargo goza de ciertas ventajas, entre ellos, injerencia en el nombramiento de funcionarios de nivel nacional en la región, y en cierto modo, en la gestión de avales para candidatos a cargos públicos de elección popular. Al fin y al cabo es la que tiene la credencial de congresista.
De hecho, además de la mal repartija de puestos, contratos y canonjías, la manzana de la discordia que terminó por avivar la hoguera liberal, fue el aval a la candidatura liberal de Gentil Gómez, a las elecciones atípicas de este 17 de agosto en Melgar. Desde entonces, la artillería del fuego sucio de la politiquería, dirigida por los diputados Carlos Reyes y Julio Morato y el concejal de Ibagué Javier Mora, ha estado orientada al desprestigio y al acoso político de la Representante Olga B. a quien no han dejado descansar un solo instante.
Como es de conocimiento, a ella se le culpa de ser la responsable de la desautorización de la Dirección Nacional Liberal a la dirección departamental de ese partido en el caso del aval para la alcaldía de Melgar, que finalmente fue lo que produjo la renuncia del exsenador Mauricio Jaramillo. Olga B. siempre ha negado su participación en estos hechos.
Aunque buscamos un pronunciamiento de la congresista tolimense sobre el desarrollo de la crisis liberal, se negó con el argumento de que no está interesada con continuar la polémica. “Estoy concentrada es la reconstrucción del partido, en realizar contactos que conduzcan a unos puntos mínimos de acuerdo entre las diferentes tendencias del partido, con miras a participar en las próximas elecciones de marzo como una fuerza política respetable y organizada”, dijo la Representante.
El renacer Liberal
No obstante, consultados a algunos amigos y allegados de la dirigente Liberal, que pidieron la reserva de sus nombres, hablaron sobre las principales tareas que se están desarrollando con el objetivo de cumplir ese sueño que ellos llaman “El renacimiento del partido Liberal del Tolima”.
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No es fácil entender este postulado en las circunstancias deplorables en que su dirigencia ha dejado el partido. Sin embargo, es importante manifestar que la mayoría de los dirigentes consultados, entre ellos Camilo Delgado, fueron enfáticos en señalar que el proyecto de reconstrucción liberal que se ha iniciado, no tiene ningún sello personal ni se trata de hacer la unidad en torno a determinado nombre, por ejemplo, el de Olga Beatriz González.
El partido está por encima de cualquier aspiración individual, insistieron los entrevistados.
En este sentido, Camilo Delgado, perteneciente al equipo de Olga B. puntualizó los siguientes temas:
“Estamos formulando un llamado a los antiguos amigos del partido que por una u otra razón se han alejado, como el exgobernador Carlos Alberto Estefan, el exalcalde Rubén Darío Ramírez, el excongresista Jaime Yepes, y el exdiputado Jaime Ospina Galindo, entre otros”.
En el mismo sentido, se trazan los mecanismos para darles espacio a los líderes que han sido relegados como el caso de Gentil Gómez, a quien se la ha negado su reconocimiento y el aporte que hizo en las pasadas elecciones de sumar más de 13.500 votos que la postre contribuyó para salvar la curul de Beatriz González.
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Igualmente, buscan atraer a los que se alejaron para integrar a otros partidos como Cambio Radical y el partido de la U. organizaciones que surgieron de divisiones del partido Liberal.
En este escenario, cabe anotar que las dos personas sobre las cuales recae la mayor atención en este proceso, es Jaime Yepes y Rubén Darío Rodríguez, por el caudal político que puedan representar. De todas maneras, existen reservas dentro del liberalismo sobre el caudal real de votos que puedan representar, agregando que sobre Yepes, también existen dudas sobre la figura de una doble militancia que pueda existir, en caso que aspire a integran la lista para la Cámara por el liberalismo.
Aunque no existen documentos en el partido de la U. que lo vinculen como directivo de esa organización política en el último año, si existen videos recientes cuando Yepes está haciendo la presentación del ingreso del exalcalde Andrés Hurtado a la U. y el ex congresista funge como directivo de esa colectividad política.
Por esta razón se sugiere que el cupo de Yepes en la lista Liberal, sea ocupado por una persona que elija él y no tenga ningún tipo de impedimento.
Así las cosas, y como la actividad política da tantas vueltas, se espera que el milagro bíblico de Lázaro se vuelva a repetir en la resurrección del partido Liberal del Tolima.
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