“Bebiendo y bebiendo guaro”, es un vals ranchero, una de las composiciones que hacen parte de la abundante producción musical del poeta, compositor y empresario Fabio Polanco. Tolimense que se convirtió en uno de los distribuidores de discos más grandes de Colombia a través de la conocida distribuidora ‘Discos La Rumbita’.

Nació en 1946 y como hijo de la violencia bipartidista fue de las tantas y tantas  familias desplazadas, que terminó en Bogotá. Su familia en medio de la pobreza quería que estudiara, pero Fabio lo que deseaba era trabajar.

Con alma de empresario visionario, de niño empezó como comerciante vendiendo bombas en la emblemática carrera séptima.

Bohemio, creativo, visionario, Fabio Polanco un día se encontró con un aviso en el diario El Tiempo: “Quiere usted cambiar de vida, hágase sacerdote”…estuvo dos años en el seminario y contaba que salió más desubicado, entonces se compró una paca de cigarrillos y empezó a venderla de tienda en tienda…Después, un buen día  caminando por el centro de Bogotá vio un aviso donde se ofrecían cursos de locución. Entró, se matriculó y ya, con la licencia se fue a la emisora Mariana, no le pagaban pero hizo escuela y allí se relacionó con promotores de música.  

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Terminó trabajando en Discos Orbes, después se independizó y empezó a recorrer a Colombia distribuyendo discos, hasta crear su propia empresa, la reconocida Discos La Rumbita. A partir de ahí empezó a abrir puntos de distribución en diferentes lugares de Bogotá y las principales ciudades del país. Llegó a tener 70 tiendas. Como un gran visionario modernizó la manera de volver más atractiva la venta de discos.

La piratería y después la tecnología acabó el negocio y poco a poco fue cerrando las tiendas de la afamada ‘Discos La Rumbita’, pero siempre decía que tuvo un buen retiro. Y entonces, llegó el momento para la música y la poesía. Se dedicó de lleno a escribir y dar recitales de poesía.

Canciones memorables como ‘Tierra mía’ interpretada por los Hermanos Tejada o el tema ‘La Huida’ interpretada por el dueto Ana y Jaime, hacen honor al excelso compositor que fue Fabio Polanco.  Amigo íntimo del médico y compositor famoso Jorge Villamil, de quien se enorgullecía de haber contado con su amistad.

Su última creación fue el recital ‘La paz tiene la palabra’ que surgió como homenaje al Acuerdo de Paz de La Habana.

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Su coterráneo, el historiador Jairo Rivera Morales escribió una sentida despedida en honor a este poeta grande del Tolima que acaba de irse a los 75 años de edad.

“El espíritu del maestro Polanco se queda con nosotros: sus familiares, amigos, admiradores, coterráneos... Su huella como poeta, compositor, empresario de la discografía y la piscicultura, hombre de paz y tolimense auténtico, no sólo es profunda sino imperecedera”.

Se nos ha ido un ser de excepcionales dotes, aquel que supo honrar a la sociedad en medio de la cual vivió, al país que sus composiciones nombraron con acierto y delectación, al territorio dolorido y promisorio que su poesía exaltó... A Dolores Tolima, la tierra legendaria de sus amores, razón de ser de una de sus más encendidas devociones.

Maestro, paisano, amigo: siempre te recordaremos con afecto entrañable y con el alma llena de recuerdos gratificantes y enaltecedores. Seguiremos entonando tus canciones, declamando tus poemas y honrando tu memoria. Hasta siempre, querido maestro... Orgullo de nuestra tierra y de nuestra gente. Ahora, te “canta el alma de mi raza”.