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El drama de María Esperanza,: 10 meses con un hijo desaparecido

El drama de María Esperanza,: 10 meses con un hijo desaparecido

Cada amanecer para María Esperanza Grisales López se ha convertido en un día lleno de temores, sinsabores, tristezas y aflicción, y como su nombre lo dice, ella tiene la esperanza de que su amado hijo Gustavo Francisco Mendoza Grisales regrese al hogar.

Han pasado 296  días, y no se sabe nada de este hombre de 30 años de edad, de 1.80 de estatura y tez trigueña y contextura atlética que un día decidió estudiar biología y que a punta de sacrificios de su madre y hermana querían verlo graduado con honores en la Universidad del Tolima.

Desde aquel 25 de septiembre de 2018, cuando lo vio por última vez rondando por la calle muy cerca del panóptico, ella se bajó de un vehículo y lo alcanzó, lo tomó del brazo y le dijo: "Hijo de por Dios regrese a casa, usted no puede seguir este rumbo porque ello lo va a llevar a la muerte”.

Lamentablemente él no hizo caso y  con ello las malas compañías, lo condujeron al  mundo de las drogas, él le decía a María Esperanza que fumar marihuana no hacía daño, sin embargo y lo que concluye su progenitora con lagrimas en los ojos era que su único varón era adicto a otras sustancias que lo llevaron a tomar decisiones terribles como el de señalar que tenía un proyecto en Cúcuta  con una Universidad y que debía estar allá, pero que finalmente cuando volvía aparecer llegaba en condiciones deplorables.

Cuenta ella que se apega a su religión, a los testigos de Jehová, para orarle a su Dios por la vida de quien sigue siendo su niño y que cada día que va pasando lo va tachando en un calendario que tiene en el comedor de su casa, quizá como para soportar la pena diaria.

“Quisiera detener el tiempo y que mi hijo apareciera, sé que va entrar por la puerta de la casa y me va a decir que se va a quedar y que desea regenerarse”, sin embargo, lo que más nos duele para la familia y para mí es tener que ir a Medicina Legal y esperar con ansiedad si se trata de mi hijo, que está allí encima de una mesa inerte y del que no sé hace 10 meses”.

“Sólo le pido a Medicina Legal que se compadezca de nosotros, pues en estos momentos no nos ha mostrado fotos de cadáveres de hombres que llegan hasta allí y que pasan por ser como N.N”, dice esta madre que ha sabido soportar en silencio el no saber el paradero de su Gustavo Francisco.

“Esto es una zozobra que nos está afectado tanto que a veces cae uno en depresión, pero vuelvo y me levanto a seguir buscándolo, pues al comienzo de este calvario fui a la Fiscalía General de la nación y a la Policía Metropolitana a poner las denuncias. Sin embargo, no hay rastro de él pues los cuerpos que encuentran no corresponden a mi hijo”, indica la señora Grisales.

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María Esperanza le contó a El Cronista.co que ella tiene un sobrino que estudia Matemáticas en la Universidad del Tolima y que lo que se escucha entre los estudiantes es que Gustavo podría haber sido víctima de un falso positivo, pues él siempre decía que si alguien lo iba atacar en la calle él no se iba a dejar”. Sin embargo la madre señala que en algunas ocasiones su hijo le decía que se iba a desaparecer, pese a que decía que no era capaz de quitarse la vida.

“Yo investigué mucho en la Universidad sobre el paradero de mi hijo, hablé con un amigo de mi hijo, pero desconoce de su suerte, igualmente con aquellos que lo condujeron al mundo del vicio allí al interior de ese centro universitario, pero tampoco saben nada”.

“En el panóptico mi hijo conoció a una menor de edad que también es drogadicta y se llama Valentina, nunca pude ubicarla pues me dijeron que se había ido del barrio Alaska, así es de que estamos como al comienzo. Me preocupa el bienestar de él si es que aun está con vida, aunque no puedo aceptar que esté muerto”, precisó.

Dijo que cualquier persona que lo reconozca puede llamar a los celulares 318 505 20 19 y 310 892 56 01. Mientras tanto continuará con la búsqueda, esa misma que no ha parado desde el 26 de septiembre de 2018, cuando Gustavo Francisco no regresó a su casa. Por eso esta mujer de temperamento fuerte dice que no va a desfallecer hasta tanto no saber si está con vida o por el contrario no hace parte de este mundo, “aunque tendré que aceptarlo, dice con los ojos llenos de lágrimas, ya que lo que estoy viviendo es terrible de no saber nada de él”.

 

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