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Secretaría de Salud de Ibagué pasó de tener sede gratis a pagar $75 millones de arriendo
La Secretaría de Salud de Ibagué cambiará de sede. La noticia genera serios cuestionamientos, toda vez que, hasta el momento, esta dependencia no pagaba ningún monto de dinero por las instalaciones que ocupaba, ubicadas en el Instituto de Financiamiento, Promoción y Desarrollo de Ibagué (Infibagué); mientras que, el arriendo de la nueva sede costará $75 millones mensuales.
El Cronista.co accedió al proceso contractual con el que la Secretaría de Salud justifica el cambio de sede:
“Actualmente la sede donde funciona la Secretaría de Salud no cumple con los requerimientos para una adecuada prestación del servicio, teniendo en cuenta que el espacio que allí se dispone resulta insuficiente para el despliegue efectivo de sus funciones, aun mas dada la importancia de las funciones que se adelantan en esta dependencia en el marco de la atención de la emergencia ocasionada por el covid-19”, se lee en el documento.
En ese sentido, la Secretaría de Salud asegura que sus instalaciones no contaban con las adecuaciones necesarias para cumplir con las medidas sanitarias que demanda la pandemia del coronavirus, y que, al ser un inmueble público, no le pueden hacer las transformaciones estructurales que requiere.
“Teniendo en cuenta la importancia de esta dependencia para el municipio y de su amplio personal y mobiliario se hace necesario arrendar un inmueble espacioso y con las instalaciones adecuadas de cableado estructural, arquitectura y luminosidad para el correcto funcionamiento”, enfatizan en la justificación.
Así pues, la Secretaría de Salud buscó un inmueble con al menos 1.700 metros cuadrados, con capacidad para albergar al menos a 228 personas entre visitantes y funcionarios, con ascensor y hasta auditorio, entre otros espacios. El escogido fue un edificio de seis pisos, ubicado en la calle 15 entre carreras Sexta y Séptima. Es decir, en pleno centro de la ciudad.
Los propietarios del inmueble que cuesta $75 millones mensuales del erario, son el empresario César Augusto Lozano Martínez y su esposa Lyda Constanza Muñoz García.
“La altura total del edificio alcanza 6 plantas en las que se incluyen el parqueadero subterráneo, esta adecuado con subestación eléctrica, ascensor, planta eléctrica, baños, puntos de red de datos, bodegas, oficinas, cafeterías, auditorio, balcón, tanque de agua, depósito de almacenamiento y depósito para basuras”, detalla la Secretaría de Salud.
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Adicional a eso, en caso de requerir adecuaciones en las nuevas instalaciones, éstas correrán por cuenta de la Alcaldía de Ibagué. El contrato inicial habla de arrendar el edificio por cinco meses. Tiempo que costará $375 millones del presupuesto público.
Pago por adelantado
De arrendar este inmueble durante el resto del gobierno de Andrés Fabián Hurtado, les costará a los ibaguereños más de $2.000 millones. Hay que anotar que la Secretaría pagó por adelantado los cinco meses de arriendo inicial, es decir un buen negocio para los arrendatarios.
Fuentes del gremio inmobiliario consultadas por El Cronista.co, refieren que el edificio ni siquiera ofrece beneficios reales, en cuanto a protocolos de bioseguridad. “No tiene la ventilación necesaria, según los protocolos de prevención del contagio por covid-19”, sostienen.
¿Despilfarro?
Lo que más preocupa es el posible despilfarro en este cambio de sede, y más en una época en la que se ha llamado a la austeridad con los recursos públicos, debido a la pandemia del covid-19. No se entiende cómo, en momentos de crisis financiera, el municipio pase de tener una sede a cero costos, a pagar $900 millones anuales por las instalaciones para una sola dependencia.
Para tener un dato que sirve de ilustración, el año anterior la Secretaría de Salud invirtió ese mismo monto, es decir $900 millones, en su dirección de salud mental.
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Ha trascendido que la secretaria Johanna Aranda ha dado instrucciones de adecuar en la nueva sede, un piso para su despacho, pues la idea o el interés es mostrarse con un perfil de ‘alta gerencia’.
El Cronista.co trató de comunicarse con la secretaria Johanna Aranda, pero, al cierre de esta nota no había respondido.
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