En el año 2016, una luz de esperanza se encendió en la Comuna Nueve cuando el Fondo de Financiación de la Infraestructura Educativa (FFIE) comenzó la construcción de la sede Arboleda Campestre de la Institución Educativa, José Joaquín Flórez Hernández, una de las tres más pobladas del Tolima con alrededor de 4.500 estudiantes.

Pasaron los meses y llegaron los años, el sector Arboleda Campestre y sus alrededores seguía creciendo en densidad poblacional de manera exponencial, cada vez había más conjuntos de apartamentos y más solicitud de cupos para el José Joaquín Flórez, que ya de por si atendía la demanda escolar de más de 20 barrios de estratos 1,2 y3.  Entre tanto la sede Arboleda Campestre, que se necesitaba y aun se necesita, para reforzar la institución a nivel de cobertura escolar y que sería un megacolegio con las adecuaciones para implementar la Jornada única, no avanzaba en su construcción.

Hace seis años la Contraloría viene acompañando el caso de la sede Arboleda Campestre del José Joaquín Flórez Hernández, la cual ya es catalogada por los ibaguereños como un elefante blanco. En el marco de ese seguimiento se han llevado a cabo una serie de mesas técnicas de trabajo y concertación, cada mes o mes y medio. Durante este tiempo han acordado múltiples plazos de entrega de la sede y todos se han incumplido.

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Mesas de Concertación

El pasado 27 de febrero fue la última vez que El Cronista. Co acompañó una mesa de seguimiento convocada por la Contraloría en la sede de la Arboleda Campestre. Un padre de familia perteneciente a la veeduría del colegio, nos había extendido la invitación.

Se podía sentir la tensión en el recinto, no solo por el hecho de estar en las instalaciones a medio terminar del megacolegio que debió entregarse hace más de ogcho años, sino por la demora de los funcionarios. En lo que empezaba la reunión la enviada del medio comenzó a preguntar los pormenores de la situación a profesores, padres de familia y funcionarios que estaban a la espera de la llegada de la gerente de la Contraloría, quien llegó casi una hora tarde, al igual que otros funcionarios de entidades como La Alcaldía y la Secretaria de Educación, entidades responsables de las obras complementarias. 

 “La sede Arboleda Campestre de la común Nueve, es un monumento que hace honor a la desidia institucional del FFIE en Ibagué” le expresó un docente a la enviada de El Crinista.Co.  

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No cumplió su palabra

Contraloría, Secretaría, Alcaldía y el FFIE, se acomodaron en la mesa como un solo frente que se defendía de la comunidad indignada, agotada y desesperanzada, que los miraba con desprecio. Inició Juan Riccate, funcionario del FFIE, quien procedió a realizar una intervención de más de 10 minutos, la cual se resume en que se esperaba que entre 3 a 4 meses se entregara la obra.

Era 27 de febrero y no había trabajadores en la obra, pero, cuando se le cuestionó a Riccate que, a ese ritmo, nuevamente incumplirían con la fecha pactada en diciembre para junio de 2025, el funcionario enfatizó, contando con los dedos, que en 4 meses aún era junio. Hoy, parados en el en los últimos días del mes julio con la obra sin entregar, podemos concluir que Riccate no cumplió su palabra.

La Contraloría

La comunidad le reclamaba a gritos a la Contraloría por no sancionar al FFIE, a la Secretaría de Educación y a la Alcaldía, por anunciar campantemente el incumplimiento. Pero entonces una funcionaria de la Contraloría salió en defensa del FFIE, argumentando que, en diciembre, dos meses antes de la reunión, habían cambiado a la gerente del FFIE: “Los procesos demoran porque pasan cosas… cambiaron por fin a la gerente del FFIE que era lo que ustedes querían”, expresó Diana Hernández.

Pero lejos de calmar a la ciudadanía indignada, la funcionaria solo logró avivar el descontento y entre la bulla se distinguió la voz de una madre que dijo: “La comunidad no manda a que cambien a ningún funcionario… lo que queríamos es que nos terminaran el colegio”

Al final los ánimos se calmaron, los funcionarios terminaron de intervenir y luego tomó el micrófono el rector de la Institución Lamberto García quien relató varios episodios de incumplimiento por parte de las entidades y pidió a la Contraloría mirar hacia la comunidad. 

“Se comprometieron a entregar en junio y no vamos a aceptar ninguna otra fecha. Los niños necesitan esta sede, la requieren”, expresó García.

Julio y sin entregar

En cuanto llegó el mes de julio, El Cronista.Co se comunicó con el rector Lamberto García para preguntarle por la entrega de la sede y con profunda tristeza respondió que aún se demoraba:

“Lamentablemente la Contraloría ha sido muy permisiva en el incumplimiento, por parte de la Secretaría, del contratista de la Alcaldía y del FFIE. En las mesas se dice algo, pero ellos tratan de evadirlo, no cumplen los compromisos, ni siquiera los compromisos con la Contraloría. Entonces esto es agotador, pero no botamos la toalla.”