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Investigación revela que empresa del Jamming estaba quebrada mientras promovía el evento

Investigación revela que empresa del Jamming estaba quebrada mientras promovía el evento

Siguen apareciendo datos que explican porqué fracasó el Jamming Festival que se iba a realizar en Ibagué el pasado mes de marzo.

Según una reciente investigación de Vorágine, Buena Vibra Eventos, empresa organizadora del Jamming, se encontraba en bancarrota, mientras promovía el evento de entretenimiento más grande en la historia del país, que prometía traer 96 artistas para por lo menos 130.000 espectadores.

La investigación, con base en los reportes a la Cámara de Comercio de Bogotá, indica que en el 2021 la empresa tenía activos por $2.017 millones, mientras que, los pasivos fueron de $1.946 millones. Es decir: por cada $100, $96 estaban endeudados.

"Es imposible que una empresa pueda respaldar un festival de las dimensiones del Jamming si tiene el patrimonio de esta organización, que en el reporte de diciembre de 2021 era de $71.112.339. Ese valor no sirve ni para hacer publicidad masiva en vallas (...) Se nota que todo el dinero que recaudaban de la boletería, que nunca se dejó de vender, lo iban invirtiendo sobre la marcha", explicó un contador forense a Vorágine.

Y es que, todo apunta a que los organizadores del Jamming vendieron más boletas de las reportadas oficialmente al Ministerio de Cultura. Al parecer, hubo una gran cantidad de boletas que fueron vendidas directamente por la empresa, por las que finalmente no brindaron el espectáculo prometido y, además, por las que tampoco pagaron impuestos.

"Hay un dato que llama la atención y es que los cálculos de 150.000 personas que asistirían al festival, información que fue dada en su momento por Brian Bazin Bulla Tovar, presidente Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Ibagué, no se acerca en nada a las 58.000 boletas que reportó legalmente Buena Vibra Eventos EU en el Portal Único de Espectáculos Públicos de las Artes Escénicas (Pulep)", señaló Vorágine.

Si vendieron cerca de 150.000 boletas, se tiene previsto que el Jamming ingresó cerca de $90.000 millones. No obstante, ni siquiera esta inmensa cantidad les alcanzó para cumplir con la organización del evento.

"Tratar de realizar un evento estando desfinanciados es una estafa, de acuerdo con nuestro Código Penal. Lo irregular no es que el dinero de los consumidores ingresen a las cuentas bancarias de la empresa o una persona natural, lo importante y clave es saber yo como empresario cómo ejecuto y hago uso de esos dineros que me están consignando las personas para un fin específico que es el concierto de tres días. Si no me das ese producto, me estás hurtando ese dinero, ahí es donde empieza la irregularidad y se puede configurar una estafa", detalló una abogada experta en derecha administrativo.

La explicación de la familia Casallas sobre el fracaso del Jamming, se centró en que la seguridad de los artistas estaba en peligro. Sin embargo, nunca mencionaron la crisis económica que hoy dejan en evidencia sus reportes financieros.

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