El día que se erradique por completo la politiquería en el manejo del deporte, los resultados van a ser mucho más halagadores.

El Tolima, por supuesto, no ha estado ajeno a esa desacertada conducción. Aquí los institutos de deportes municipales, incluido Ibagué con el Imdri, y el máximo rector a nivel departamental, Indeportes, eternamente han estado permeados de politiquería y clientelismo.

Los gobernantes, solo han hecho de estas entidades, la mejor manera de acentuar la mediocridad. Jamás han pensado en las nuevas generaciones, su enfoque permanente ha girado siempre en las próximas elecciones.

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Por fortuna, para Ibagué y el Tolima, apareció la luz que iluminó ese túnel e hiciera aflorar la esperanza. Alexander Castro, digámoslo sin ambages, se ha constituido en el precursor de ese milagro. Haciendo gala de una enorme visión y eficiencia, se ha encargado de darle un vuelco a Indeportes Tolima. Se requería con urgencia.

Seguramente aún falta mucho por hacer, pero ha empezado por donde es. Primero rodearse de los que saben y segundo, esmerarse en hacer bien la tarea a partir de lo que traza el sentido común. Claro, aquí también el mérito, sin duda, es para el gobernador Ricardo Orozco que se la jugó con Castro, a quien le ha brindado total respaldo. Para que el Mundial de Patinaje, que tantos réditos le ha traído a la ciudad y el departamento, fuera realidad, es gracias a ese espíritu visionario del binomio Orozco-Castro.

Que más de 3.000 personas, entre deportistas y acompañantes de 38 países, durante 15 días se instalen en Ibagué, resulta un logró inconmensurable para la ciudad. Ya era hora de empezar a aprovechar las grandes fortalezas que brinda Ibagué, entre ellas su privilegiada ubicación geográfica. 

El reto no es solo construir escenarios deportivos, que en el caso de Ibagué han costado sudor y lágrimas. El reto es saber qué hacer con ellos. En muchos lugares han terminado, en grandes elefantes blancos o devorados por la maleza, una consecuencia de la negligencia y desidia de los gobernantes. Por ello reconforta la insistencia del actual gerente de Indeportes, Alexander Castro con su mensaje ‘Ibagué y el Tolima como destino deportivo’.

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Hoy es el deporte. Después vendrá la música, después eventos gastronómicos, es decir, ver convertida a Ibagué en ciudad de grandes certámenes es un sueño para volverlo realidad.

Valga acotar que, debido a la controvertida, cuestionada y regular gestión del actual alcalde Andrés Hurtado, el grupo político que lo respalda podría tener dificultades para mantener ese poder en el 2023, pero con lo que viene haciendo y demostrando Alexander Castro, no hay duda de que su nombre desde ya se posiciona en un lugar prominente para ser tenido en cuenta dentro de una posible candidatura a la alcaldía de Ibagué en las elecciones de octubre de 2023.

Como quien dice, hoy Castro podría convertirse en la persona que salve la papeleta del ‘barretismo’ para la alcaldía de Ibagué. Además del compromiso, eficiencia y visión que está demostrando, se le abona su ánimo conciliador, muy afín con el comportamiento del gobernador Orozco.

Adenda

Los 1.800 millones de pesos aportados por la Gobernación del Tolima y la Alcaldía de Ibagué para ser sede del Mundial de Patinaje, deben medirse en costo beneficio. Y no queda duda que los beneficios que se vislumbran serán altísimos para la ciudad.

Recordar, que son 15 días de duración del evento. En cuántas ocasiones por contratos de eventos que tienen una duración apenas de uno o dos días y sin mayor incidencia, se han desembolsado cifras astronómicas. Y nadie dice nada.

Henry Rengifo